El arzobispo de Barcelona, el cardenal Lluís Martínez Sistach, abrió hoy el sínodo extraordinario de obispos que se celebra hasta el 19 de octubre en el Vaticano y cuyo tema serán los desafíos de la Iglesia sobre la familia.
La reunión de los 253 participantes a esta asamblea comenzó a las 8:30 hora italiana (6:30 GMT) con la presencia del papa Francisco y tras algunas oraciones llegó la intervención el cardenal Sistach.
Fue el Secretario del Sínodo de los obispos, Lorenzo Baldisseri, quien encargó al arzobispo de Barcelona hace unos días que se encargase de introducir la asamblea.
Entre los participantes hay ocho españoles: el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el arzobispo Ricardo Blázquez, los cardenales Martínez Sistach y Sebastián Aguilar; el general de los jesuitas, Adolfo Nicolás; el sacerdote toledano Alfonso Fernández Benito; el canonista claretiano Manuel Arroba; y las laicas María Lacalle y Carmen Peña.
El cardenal Martínez Sistach centró su meditación sobre el concepto de Evangelizar con alegría y añadió que el trabajo de estos días "tiene que ser plenamente evangelizador porque como decía Pablo VI la Iglesia existe para evangelizar".
"El papa nos ha convocado para reflexionar y debatir sobre los desafíos de la familia en el contexto de la evangelización y para realizar este deber el apóstol Pablo nos pide que nos dejemos iluminar por el Espíritu Santo por el bien de la parejas y las familias", dijo.
Martínez Sistach pidió a los participantes que en el debate que comenzarán hoy y hasta el 19 "mantengan la convicciones y alegría de ser miembros de la Iglesia" y que obren con los sentimientos "del buen pastor" y del "buen samaritano".
El cardenal español agregó que en el debate se tendrán presentes "las familias que no han logrado vivir con la belleza de la íntima unión y el amor" y pidió que "como con el buen pastor el Dios del amor y de la paz esté con nosotros".
El tema del divorcio estará muy presente en el debate de estos días, pero también se abordarán temas como las parejas homosexuales, la poligamia, los contraceptivos o la violencia doméstica.
