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Cádiz

Anselmo Torrecilla: “El camino ha sido difícil pero a la vez gratificante\"

Afanas Cádiz celebrará el 25 de octubre 50 años de presencia en la ciudad y por tal motivo, su presidente hace una valoración de la efeméride y de otras cuestiones de actualidad

  • Anselmo Torrecilla

Afanas Cádiz celebrará el 25 de octubre 50 años de presencia en la ciudad. Nació como una asociación de padres con una preocupación común, que no era otra que conseguir integrar a sus hijos en una sociedad donde las personas especiales no estaban bien vistas. Gracias al esfuerzo de estos padres, mucho han cambiado las cosas a lo largo de este medio siglo. No sólo se ha conseguido cambiar la imagen del discapacitado, sino que además, se han logrado una serie de avances en la legislación que permiten que estas personas sean tratadas ni más ni menos que como les corresponde. No obstante, aún queda mucho por hacer. 

Anselmo, enhorabuena por los 50 años de vida de la asociación y la labor que seguís desarrollando...
—Muchas gracias. La verdad es que tal y como están las cosas y lo difícil que lo hemos tenido siempre es un motivo de satisfacción haber cumplido las bodas de oro. Esperamos seguir cumpliendo muchos años más por el bien de los gaditanos especiales que necesitan de una atención más específica.
Éste es un centro que desde sus inicios ha pasado por muchos problemas y que nunca ha tenido fácil la supervivencia...
—Efectivamente, desde su constitución en 1964 hemos tenido contratiempos, empezando porque tuvimos que esperar a que las leyes nos permitieran asociarnos para poder fundar la entidad. El camino ha sido de lucha constante, pero merece la pena por el bien que nos ocupa. Los afectados no pueden velar por sus intereses y para eso estamos nosotros, sus familiares. Así que no nos podemos permitir el lujo de desfallecer ni de tirar la toalla. 
¿Si los padres no se preocupan por sus hijos poco se puede hacer y más en vuestro caso que tenéis que ser su voz?
—La crisis que estamos sufriendo ha afectado mucho a la parcela social y a las medidas para la Dependencia. Nos ha afectado bastante y hemos tenido problemas graves por falta de liquidez. Trabajadores sin poder cobrar varias mensualidades y problemas con los proveedores. Si los padres no estamos ahí en la batalla, preocupándonos y luchando por el devenir de nuestros hijos, apaga y vámonos. Los padres de los niños que están aquí tienen que tener presente que nadie va a trabajar por sus hijos como ellos. Como dice el refrán, al que le duele la muela es al que se la saca.
¿La Junta de Andalucía ya se ha puesto al día con ustedes en los pagos?
—Pues tengo que decir que en este momento estamos casi al día en los pagos. Falta un poco, y seguiremos ahí luchando para que no se dilate, pero lo cierto es que hemos estado en situaciones más graves. Nos han dicho que a finales de año quieren estar al día con nosotros. En cualquier caso, ya te digo, esto es una carrera de fondo, y en el momento en que te distraes o te confías te cogen ventaja las trampas y las facturas. Hay que estar siempre alerta, no se puede bajar la guardia.
¿Lleva usted casi toda la vida ligado a Afanas?
—Sí, desde antes que naciera mi hijo. De hecho, es la segunda vez que soy presidente de Afanas. El centro estaba en una situación muy delicada pero parece que nos estamos estabilizando poco a poco.
¿Cuál es vuestro principal objetivo en la celebración de estos primeros 50 años de vida?
—Nuestro objetivo principal es que la gente no se olvide de nosotros y recordarles que somos una de las asociaciones más antiguas de la ciudad y de la provincia. Por aquí han pasado decenas de miles de personas especiales. Por lo tanto, la labor que ha realizado el centro es de agradecer y los gaditanos tienen que saberlo para poder valorarlo.
¿Es de suponer que la exposición de Diputación es un repaso de la historia de Afanas?
—La muestra pretende hace un recorrido por estos 50 años al servicio de las personas con discapacidad; recoge los momentos más trascendentales de su existencia y presenta los trabajos que se realizan en los talleres de carpintería, mosaico, cerrajería en aluminio, teatro, hogar y otros, hasta un total de diecinueve, entre el colegio y el centro ocupacional que tenemos activo.
¿Los inicios fueron duros?
—Mucho ha cambiado todo desde entonces. Empezamos con una pequeña oficina en la calle Ancha, facilitada por la Jefatura Provincial del Movimiento. Luego los fundadores hicieron sus estatutos, solicitaron crear la entidad y de ahí partió todo. Hemos ocupado también un espacio en la antigua Casa de Socorro de la calle Benjumeda, en el Hospital de Mora y en Cruz Roja, hasta que por fin llegamos a estas instalaciones.
¿Además, Afanas Cádiz fue de las primeras asociaciones que se crearon?
—Así es. Afanas Cádiz es la tercera entidad que se creó en la provincia y a nivel nacional somos el 161. Es decir, que somos pioneros y ya ha llovido.
¿Con la crisis se ha dado un paso atrás en la ayuda e integración de las personas con discapacidad?
—Aquí antes atendíamos a más de 400 niños y por la crisis la cifra ha ido mermando. Algunos se han ido porque ya eran mayores, otros porque han fallecido, pero la gran mayoría de los que han causado baja es porque las familias están pasando por penurias económicas y han preferido llevárselos a sus casas para quedarse con la pensión íntegra del niño y así poder tirar para adelante. A esto hay que añadir que aunque tenemos lista de espera para entrar, las plazas que se están perdiendo por las causas antes señaladas no se están renovando, que es otra manera de recortar por parte de la Junta de Andalucía. Vamos, que sí se está produciendo un paso atrás.
Una persona como usted, ya jubilada, ¿cuál es su estímulo para seguir aquí, trabajando altruistamente con la cantidad de problemas y situaciones desagradables a las que se tiene que enfrentar día tras día, sin que nadie se lo agradezca?
—Mi primer motivo es que tengo a mi hijo aquí y tengo que seguir luchando por él y por el resto de personas que están como él o en  una situación parecida. Este centro no se puede cerrar porque los alumnos lo necesitan para su desarrollo y para su integración en la sociedad. El cierre de Afanas supondría un paso atrás en todos los sentidos que no nos podemos permitir. Yo estoy aquí prácticamente desde los inicios, porque hacía falta arrimar el hombro. Mi hijo ha desarrollado en mí unos sentimientos y una sensibilidad hacia este tipo de problemas que me sería muy difícil desligarme de todo esto y retirarme a descansar. Cuando me comprometo con algo me involucro de lleno. Afanas no es ni la junta directiva ni el presidente, Afanas son sus alumnos, que son nuestros hijos, y por eso pido a los padres y madres que colaboren y participen, porque si ellos no ayudan a sus hijos, nadie lo va a hacer por ellos.
¿Cómo fue la Gala que organizasteis en el Falla?
—Todavía no hemos hecho balance, pero fue mucha gente y tenemos que agradecer la colaboración de los artistas y el esfuerzo que hicieron los gaditanos por asistir a este concierto. Lo importante es que se pasó un buen rato y Afanas estuvo muy presente.

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