El Gobierno de Tanzania ha ordenado a la tribu de los Masai que abandone sus 'tierras ancestrales', situadas junto al parque natural del Serengeti, antes de final de año. El objetivo es convertir esta zona en una reserva de caza para la familia real de Dubai.
Esta decisión difiere totalmente de la tomada hace tan sólo un año, cuando la tribu más famosa del continente celebraba que el Gobierno había dado marcha atrás en su intento de arrebatar la zona de Loliondo a estos indígenas; una idea que parece haber vuelto, según publica el diario británico The Guardian.
Este martes representantes de la tribu se reunirán en la capital Dodoma con el primer ministro del país, Mizengo Pinda, para expresar su enfado ante este cambio de parecer. Aseguran que la venta de la tierra les robará su patrimonio y que afectará al sustento de 80.000 personas.
Y es que, tal y como explican, el área es crucial para la economía de esta comunidad, pues la necesitan para el pastoreo del ganado, actividad de la que los Masai nómadas dependen.
Por esto, tanto activistas como los grupos locales se han opuesto a la decisión del Gobierno, a la que han tachado de "traición", al tiempo que han criticado que el Ejecutivo quisiera desviar la atención mediática cuando dio marcha atrás en 2013.
El pasado año, el Ejecutivo del país ofreció a los Masai una compensación económica de un millón de chelines (unos 460.000 euros), que no serían dados directamente sino canalizados a través de proyectos. Una proposición que este pueblo rechazó al entender que ese dinero no se podía comparar con la importancia de esta tierra para la tribu, tanto económica como sentimentalmente.
Según ha explicado el representante de la tribu Samwel Nangiria, la reunión prevista para este martes será la última. Si no funciona, recurrirán a los tribunales, amenazando incluso con su influencia a la hora de votar en bloque en las próximas elecciones.