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Huelva

Un belén que rinde homenaje a Huelva y al Muelle del Tinto

La Merced, San Pedro, la Cinta, la Plaza de Toros o la Concepción también tienen cabida en el belén del Colegio Maristas Colón

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  • Belén de los Maristas -

"En tu orilla me hago niño para crecer junto a ti”. Con esta frase el Colegio Marista Colón de Huelva se dispone a vivir, un curso más, la Navidad. Para ello, desde la Asociación de Madres y Padres San Marcelino Champagnat se comenzó, desde mediados de octubre, a diseñar y  estudiar el motivo del Belén y desde principios de noviembre a preparar el montaje del mismo en el vestíbulo principal del colegio, para que a su vez sirva de bienvenida a cuantos lo visitan en estas fechas previas al nacimiento de Jesús.

Este año se rinde homenaje a la propia ciudad de Huelva y a uno de sus monumentos más representativos: el muelle del Tinto. Para poder recrearlo, un grupo de madres y padres, miembros y no de la Junta Directiva de la Asociación, han “reconstruido” el mismo con madera, palo a palo, en una ardua labor realizada con mucha paciencia y, sobre todo, con mucha dedicación, alegría y espíritu positivo.

Todas las mañanas lectivas de noviembre y alguna que otra de sus tardes se han dedicado a ir realizando la estructura del muelle, el decorado del fondo del Belén (en el que aparecen otros edificios significativos de Huelva, como la Merced, San Pedro, la Cinta, Plaza de Toros, la Concepción…), así como a ir perfilando la ría sobre la que se asienta el antiguo muelle del mineral. Más de dos mil depresores (que se dice pronto), palos circulares, palillos, cuerdas, bombillas… fueron poco a poco dando forma a este lugar emblemático de nuestra ciudad. Para el primer sábado de diciembre se dejó el montaje del resto: la conclusión de la ría, las salinas, las casas, Colón… y mil y un detalles que van surgiendo a medida que se avanzaba.


Ese día se juntaron más de cincuenta personas de toda la comunidad educativa para dejar todo finalizado en una jornada maratoniana (más de doce horas de trabajo) en la que se convivió y se compartió el espíritu de la Navidad. Ese día se dejó todo ultimado para que el primer lunes de diciembre el Belén pudiera comenzar a visitarse.

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