A pesar del frío, más de 50 pandillas se dieron cita este fin de semana en la explanada del mirador de la Fuente Nueva de Torredelcampo para preparar las tradicionales “migas torrecampeñas”. Una fiesta que cada año cuenta con más participación y que pone de manifiesto como la gastronomía torrecampeña de la localidad se transmite de generación en generación.
El Ayuntamiento animó la velada con el sorteo de dos cochinillos vivos que, según manifestaron los agraciados, será, cebados para celebrar la matanza el próximo año. Además entre las 40 peñas que se inscribieron, la otra gran atracción fue la “quema del corrupto”, un muñeco de paja que quería simbolizar la corrupción y que ardió, ante la mirada de cientos de asistentes que buscaron el calor de la hoguera.
La concejal de Festejos, Vicenta Jiménez, agradeció la buena acogida de la fiesta por parte de la ciudadanía torrecampeña y destacó la participación de los jóvenes.
En este sentido dijo que el objetivo de la celebración es recuperar y realzar las fiestas y costumbres populares de la localidad e incidir en la promoción de la gastronomía tradicional torrecampeña. Un objetivo, que cree que se cumple en cada edición.
La noche de migas es una continuación de la celebración del “día de las lumbres” en la que los vecinos de los distintos barrios del municipio se reúnen alrededor de las hogueras que arden en la localidad reviviendo una tradición ancestral.
