Maleso ya tiene en el mercado su sexto disco, No es Maleso, trabajo discográfico presentado en diciembre, que está dando mucho que hablar. No es Maleso es un larga duración con temas pop y algunas influencias de otros estilos musicales, que sorprende a sus fieles seguidores y marca la pauta para seguir ganado adeptos a la causa. Como anécdota, el disco incluye una sevillana, La Torre del Euro, muy bien trabajada musicalmente y con una letra de protesta ante la construcción de la Torre Pelli.
Algunos escriben un diario y otros lo graban en canciones. Maleso nos hace entrega del sexto capítulo de su biografía, de su realismo mágico. Para ello se ha vuelto a rodear del equipo de redactores con el cual viene dando forma a sus relatos. Ya saben, Randy Newman, Harrison, Krahe, Brian Wilson, Lapido, Lennon… Martín León Soto, Maleso, atendió a la redacción de este periódico.
¿Qué diferencias hay entre este ‘No es Maleso’ y los cinco discos anteriores?
–Fundamentalmente que en este disco han entrado estilos e influencias que siempre me han rondado pero nunca se habían materializado: la copla en Entierra una extraña, Jobim en Modelo para mi autorretrato o Cole Porter en Montar en bicicleta.
En un disco eminentemente pop, aunque con algunas influencias de otros estilos musicales, ¿qué pinta una sevillana?
–Pues es verdad que no pinta nada. La cosa es que la canción me fue saliendo un poco sola cada vez que pasaba en bicicleta junto a la torre Pelli (La Torre del Euro) y me veía un poco en el deber de protestar. Todas las formas musicales son interesantes y tienen sus dificultades, por supuesto hay grandes sevillanas que trascienden las fronteras del género y calan incluso en los poperos, así que algo se me habrá pegado.
¿Espera algún tipo de represalia desde los sectores más reaccionarios de la ciudad?
–No, la verdad, he recibido algunos insultos pero no muchos, puedo soportarlo. Ellos saben, como yo, que una canción no puede tirar una torre.
¿Es consciente de que en algunos temas ha sacado los pies del plato?
–Pues sí, en estas cosas es como comer pipas; una vez que empiezas, ya no puedes parar. Ya que tenía hecha una sevillana, cualquier otra cosa cuadraba, de todos modos resulta muy liberador y muy divertido.
Y a pesar de esto, ¿cómo ha sido acogido el disco por el público en general?
–Creo que a los que no me conocían no les ha extrañado tanto ya que hoy en día se mezcla todo y no resulta chocante. De los que me seguían, muchos se han sorprendido, aún así las canciones menos pop como La Torre..., Entierra una extraña o Modelo para mi autorretrato han gustado mucho. Creo que al final son las letras las que dan unidad a todo el disco, a pesar de la variedad en las músicas.
¿De qué forma definiría este disco y qué mensaje le envía a sus seguidores?
–No será el disco con el que acabéis una noche de fiesta, pero sí con el que iniciéis una sobremesa deliciosa.