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San Fernando Cofrade

Malestar de las bandas de música isleñas por el nuevo presupuesto municipal de 2015

El Tribunal de Cuentas pone en entredicho que "estas subvenciones se apliquen no para subvencionar actividades de interés, sino personas físicas o jurídicas concretas; es decir, no se subvenciona lo que hace alguien, sino a alguien”.

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  • Atriles esperando. -

El Presupuesto Municipal aprobado el martes por el Pleno del Ayuntamiento no ha gustado a las bandas de San Fernando, y especialmente a las de música.  Este presupuesto contempla 88.700 euros como Plan de Apoyo a la Sociedad Filarmónica de San Fernando, una entidad privada, y no contempla ayuda alguna para el resto de bandas. Por si fuera poco, la subvención del Ayuntamiento para las cofradías isleñas es de 24.000 euros a repartir entre todas, una cantidad muy inferior al de una sola sociedad.

Las bandas  de música, Maestro Agripino y San José Artesano, han expresado su malestar por la situación que viven ante la falta de apoyo municipal. Se vieron abocadas a salir de los lugares de ensayos en el centro de la ciudad por las denuncias vecinales y la necesidad de contar con un local donde puedan desarrollar su labor musical sin molestar a nadie. Por eso, el polígono de Fadricas alberga actualmente las sedes de la banda Maestro Agripino, banda de San José Artesano, Agrupación Musical Virgen de las Lágrimas, Agrupación musical Isla de León y banda de cornetas Jesús Despojado. Las bandas tienen que soportar un coste medio de 20.000 euros anuales por el alquiler de una nave. Un dinero que sale de los contratos y lo que impide muchas veces que los músicos puedan recibir una gratificación a su esfuerzo y actuaciones.    El malestar no sólo radica en la falta de apoyo municipal, sino que como destacan, el Plan de Apoyo a la Sociedad Filarmónica de San Fernando incluye también las instalaciones de la Casa de la Cultura, donde ensayan.

La banda Maestro Agripino asegura haber solicitado en el mes de noviembre ser invitada a la firma del convenio musical con el Ayuntamiento, y la banda de San José Artesano estima que puede ofrecer lo mismo que la Sociedad Filarmónica, gracias al convenio que mantiene con la Coral de San Fernando.

Los músicos denuncian que al costo del alquiler de las naves, consumo de luz y agua, se une el de mantener unas mínimas condiciones de habitabilidad. El frío que hace en las naves de Fadricas ha provocado que muchos músicos ni puedan ensayar correctamente por los resfriados.

¿Una tregua?
Las bandas aseguran que el equipo de José Loaiza sabe del malestar existente y de hecho, la banda de San José Artesano esperará un mes y medio a una respuesta del Ayuntamiento, según lo prometido. Por su parte, la banda Maestro Agripino está a la espera de que se concrete si recibirán ayudas y qué tipo de ayuda. Han resaltado que repartiendo los 88.700 euros entre todas las bandas, se solucionarían muchos problemas y el costo de las naves. Y que incluso ese dinero se reparta entre las agrupaciones musicales.

El Tribunal de Cuentas
Lo que el Ayuntamiento contempla en los presupuestos municipales de 2015 es una Subvención Nominativa como Plan de Apoyo a la Sociedad Filarmónica de San Fernando. La Ley General de Subvenciones establece que “la concesión de ayudas ha de hacerse mediante procedimientos de concurrencia competitiva (art. 22.1, que además por ser legislación básica vincula a todas las AA.PP.)

El apartado segundo del mismo artículo 22 establece tres excepciones a la regla de concurrencia competitiva, y entre las propuestas nominativamente, aquellas otras subvenciones en que se acrediten razones de interés público, social, económico o humanitario, u otras debidamente justificadas que dificulten su convocatoria pública.

El abuso del convenio ha sido denunciado por el Tribunal de Cuentas, quien ha señalado que “no puede considerarse ajustada al ordenamiento jurídico, sin un adecuado respaldo legal, la suscripción de convenios con particulares que impliquen la concesión de ayudas singulares o, en general, un trato privilegiado a determinadas entidades o ciudadanos”.


El Tribunal de Cuentas denuncia que "estas subvenciones se apliquen no para subvencionar actividades de interés, sino personas físicas o jurídicas concretas; es decir, no se subvenciona lo que hace alguien, sino a alguien”.  

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