El juzgado de lo Mercantil 2 de Sevilla ha autorizado el ERE extintivo y el temporal que afectarán a la empresa Aditel, en concurso voluntario de acreedores, cuya plantilla comenzó a recibir este martes su documentación, buena parte en los exteriores de la empresa, extremo que la dirección atribuye a que un grupo de exaltados irrumpió en las oficinas, lo que provocó que decidieran expulsarlos de sus instalaciones en Alcalá de Guadaíra.
El juez emitió el auto el pasado 28 de enero, aunque fue notificado a las partes el 29, el mismo día en el que la empresa, según ha confirmado el departamento jurídico de UGT, decidió despedir a buena parte de los incluidos en la lista de los 89 descartados iniciales. “De forma escalonada”, apuntan desde Aditel. “Hubo una corrección y al final son 92 los trabajadores afectados”, señalan desde UGT, que confirma que ha sido ahora cuando la empresa ha comenzado a entregar la documentación a la plantilla y en la calle.
Desde Aditel, Leopoldo Guillén ha explicado que la actitud agresiva de un grupo de trabajadores que irrumpió en la oficina provocó que decidieran expulsarlos de las instalaciones y entregar la documentación en la calle. Ha sido “por culpa de cuatro o cinco, que prefieren perder mil euros y ver cerrada la empresa”, se lamenta Guillén, que matiza que a lo largo del día se recibió al resto de la plantilla afectada en las oficinas “sin problemas”.
Los trabajadores incluidos en el ERE extintivo percibirán la indemnización “que les corresponde por ley”, según UGT, 20 días por año trabajado pagaderos en el momento de la extinción del contrato, aunque la empresa “no tiene liquidez” para pagar ni los sueldos atrasados, ni la indemnización, por lo que habrá que esperar a que se resuelva el concurso de acreedores o acudir al Fogasa.
Al respecto, Guillén puntualiza, puesto que el auto judicial no define la forma de pago, por lo que, si ninguna de las partes presenta un incidente, la fórmula será la elegida por la empresa, pagar a la salida del concurso, que se espera para marzo, la indemnización más el 70% de la deuda concursal. El resto, en función de la actividad de la compañía, que espera facturar 15 millones al cierre de este año 2015. Sobre la liquidez, la atribuye al retraso en la tramitación del ERE, que esperaban cerrar hace mes y medio.
El resto de la plantilla, 96 trabajadores, quedarán sujetos a un ERE temporal que durará 180 días y que será rotatorio en función de las necesidades de la empresa, según UGT. Desde Aditel, Guillén defiende la actividad de una empresa que ha podido facturar 8,5 millones en 2014 y que mantiene a sus principales clientes y que está la tercera en eficiencia a pesar de llevar dos años en concurso.
Según UGT, a la plantilla no le queda más que esperar a ver cómo se resuelve el convenio regulador del concurso. “Si hay acuerdo, habrá viabilidad. Si no, la empresa tendrá que ir a liquidación”. “Parece ser que hay inversores”, comentan las fuentes, que recuerdan que ya “desaparecieron” los dos anteriores interesados en Aditel.
Al respecto, Guillén confirma que existe un fondo inversor que recapitalizaría la empresa, cuya entrada dependerá de la cuantía final del ERE, calculado en algo más de un millón de euros. Defiende el plan de viabilidad, que califica de realista, y aunque no cree que vayan a la liquidación, sí reconoce que si no hay acuerdo con los acreedores, tendrán que cerrar.
“Hemos sido capaces de sobrevivir con una plantilla sobredimensionada y buscar inversores”, recuerda Leopoldo Guillén, que insiste en que los principales acreedores, los bancos, son los primeros interesados en cobrar “del tirón, aunque sea una quita grande”.