La Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) de Francia reveló hoy que un primer análisis de la segunda caja negra apunta a una acción deliberada del copiloto del avión A320 de Germanwings siniestrado en los Alpes franceses.
El examen provisional de esa segunda caja, que registra los parámetros técnicos del vuelo, señala que recurrió al piloto automático para iniciar el descenso y que lo modificó posteriormente para incrementar la velocidad.
"Una primera lectura revela que el piloto presente en la cabina utilizó el piloto automático para que el avión descendiera hacia una altitud de 100 pies (unos 30 metros) y que, varias veces a lo largo del descenso, modificó el reglaje para aumentar la velocidad del avión", indicó el BEA en su comunicado.
La segunda caja negra del A320 fue hallada ayer en el lugar del impacto y trasladada por la noche a la sede en París del BEA, encargada también de examinar la primera, que registró las conversaciones en cabina.
El organismo informó de que el examen de esta caja se inició desde su llegada al centro, y avanzó que los expertos prosiguen su análisis para establecer el "desarrollo de facto" de ese vuelo entre Barcelona y Düsseldorf, que se estrelló el 24 de marzo con 150 personas a bordo.
Este segundo dispositivo, que técnicamente se denomina Flight Data Recorder (FDR), registra los parámetros técnicos durante las últimas 25 horas de trayecto, tales como la velocidad, la altitud y el modo de pilotaje.
La caja, ennegrecida por el fuego, fue encontrada por una integrante del Pelotón de Alta montaña de la Gendarmería Nacional en una zona ya explorada con anterioridad, y estaba, según la Fiscalía de Marsella, "totalmente enterrada", lo que hasta ahora había dificultado su hallazgo.
Para el fiscal Brice Robin, encargado del caso, aporta un complemento "indispensable" para esclarecer los hechos y completar la información contenida en la primera caja, en la que ya se había perfilado una acción voluntaria del copiloto, el alemán Andreas Lubitz, de 27 años de edad.