Las autoridades mexicanas aumentaron ayer de 12 a 15 la cifra de muertos confirmados por la gripe A en el país y de 300 a 343 los casos comprobados de pacientes contagiados.
Sin embargo, el aumento en los fallecimientos no se debió a muertes ocurridas en las últimas horas en el país, sino a que México cuenta ahora con los resultados de 776 pruebas de laboratorio realizados en casos “sospechosos” registrados desde finales de marzo.
En el transcurso del día las autoridades sanitarias mexicanas analizaron 500 muestras sospechosas adicionales para comprobar o descartar la presencia del virus, lo que seguirá aclarando el panorama del desarrollo de la epidemia, que ya afecta a once países en el mundo.
Las buenas noticias vinieron sobre todo de Ciudad de México, la urbe más afectada, donde las autoridades sanitarias informaron de que en los 28 hospitales y 220 clínicas de la capital no se presentó el jueves ningún deceso y sólo se presentaron 21 pacientes nuevos con síntomas compatibles con la gripe.
La cifra contrasta con los 210 casos sospechosos registrados el pasado viernes en la ciudad, los 351 del sábado, 326 del domingo, 320 del lunes, los 346 del martes y los 194 del miércoles.
Además, se comprobó un descenso marcado del número de personas que acudieron a los hospitales para buscar asistencia médica.
“Son datos muy alentadores, esto es lo que nos está permitiendo pensar que por un lado afortunadamente el virus no es tan agresivo (...) no es tan letal como es el caso del virus de la gripe aviar donde la letalidad es del 70%”, dijo al respecto el secretario de Salud de México, José Ángel Córdova.
A juicio del ministro mexicano, se está logrando contener la expansión de la gripe “aparentemente más rápidamente”.