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Roma declara la guerra a la publicidad machista

Marino afirmó en el Auditorio del Museo del Ara Pacis que "el cuerpo de la mujer no podrá ser asociado a imágenes que lo equiparan a un objeto de manera sexista" y que los espacios del Ayuntamiento "solo serán vendidos a quien respete las reglas"

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El Ayuntamiento de Roma ha declarado la guerra a la publicidad machista y ha comenzado a eliminar todos los carteles sexistas dispersos por la ciudad que difunden la imagen de "mujer objeto" y que presentan el cuerpo femenino de manera ofensiva.

Lo anunció el alcalde de Roma, Ignazio Marino, esta semana en la entrega de los premios "Immagini Amiche" (Imágenes Amigas), promovidos por la Unione Donne in Italia (UDI, Unión de Mujeres en Italia) y por la Oficina de Información en Italia del Parlamento Europeo para promover una publicidad sin estereotipos.

Marino afirmó en el Auditorio del Museo del Ara Pacis que "el cuerpo de la mujer no podrá ser asociado a imágenes que lo equiparan a un objeto de manera sexista" y que los espacios del Ayuntamiento "solo serán vendidos a quien respete las reglas".

Además de retirar imágenes ofensivas y no ceder espacios públicos a anuncios machistas, el alcalde anunció la creación "antes de verano" de un organismo que velará por que la publicidad se inscriba dentro de las normas de "no discriminación" en cuanto a orientación sexual e identidad de género.

La responsable nacional de UDI, Vittoria Tola, dijo a Efe que Roma se convierte en una ciudad "más consciente" al quedar libre de los anuncios machistas y explicó que la capital italiana "ya se ha organizado" para combatirla.

"La ciudad se ha declarado dispuesta a batallar", afirmó tras asegurar que "Roma ya trabaja para que todos los anuncios machistas sean inmediatamente retirados por responsables del Ayuntamiento", que acuden a quitar los carteles en cuanto reciben un aviso.

Una acción que estimó crucial porque "cuanto más se degrada a las mujeres y se les presenta como objeto, más aumenta el abuso sexual, la violencia contra ellas y el feminicidio".

"Dejemos de ser estúpidos para hacer negocio", pidió a las empresas, aunque también quiso incluir a los jóvenes estudiantes, a los que quieren enseñar "a entender y decodificar lo que tienen ante los ojos y a entender qué hay detrás de cada imagen".

Rechazó prohibiciones e insistió en un "cambio de mentalidad" protagonizado por los jóvenes, quienes deben aprender que la publicidad sexista reproduce "el uso y abuso del cuerpo de la mujer, una sexualización exagerada que corresponde a una mentalidad machista que necesita usar el cuerpo femenino de forma degradada".

Estas mujeres, continuó Tola, aparecen en los anuncios "como maravillosas amas de casa, supermamás, prostitutas o como súperempresarias rodeadas de admiradores", una imagen que -entendió- "no se corresponde con la realidad".

Además, en ocasiones "vienen representadas de manera ridícula, asociadas a coches y cervezas y protagonizando imágenes que representan un universo femenino absurdo, de mujeres estúpidas e incapaces de razonar o pensar".

Pidió que los nuevos anuncios en la ciudad capitolina muestren que los hombres también se ocupan de cocinar y de cuidar a los hijos y la posibilidad de vivir fuera de los roles tradicionales.

Más peticiones hizo la presidenta de la Casa Internacional de Mujeres de Roma, Francesca Koch, quien calificó de "oportuna" la iniciativa y celebró la adhesión del Ayuntamiento de Roma, pero fue más allá, porque "se continúa ofendiendo la dignidad femenina".

En declaraciones a Efe, Koch solicitó a la Administración que resuelva el problema de la falta de trabajo, "la principal negación de los derechos de las mujeres", porque el empleo es "la base de la dignidad personal" y carecer de él es "erradicar la ciudadanía femenina".

Señaló también "recortes en la cultura, la sanidad y el transporte" como "ataques" a las mujeres, quienes en Roma "pasan horas esperando un autobús que no llega, se enfrentan a problemas de seguridad al caminar por calles sin iluminación y se encargan de los niños y familiares enfermos que la Administración no protege".

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