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Ronda

La Soledad firma un excepcional epílogo de la Semana de Pasión

La espectacular salida, que hizo plena la Semana de Pasión, estuvo acompañada de nuevo por la música de capilla

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En el centro de Ronda se agolpaban cientos de personas en la tarde del Viernes Santo. Bullicio en toda Virgen de la Paz y, especialmente, en el entorno de la plaza de La Merced.

A las nueve menos cuarto se abrió la puerta de la Iglesia. Atalaya privilegiada en el centro de Ronda, desde donde la Virgen, como vigía, saludaría a todos cuantos se agolpaban bajo la gran escalinata.

 

La Semana de Pasión, a la que sólo resta disfrutar de la celebración de la Pascua de Resurrección este Domingo, terminaría de forma plena en Ronda con María Santísima en La Soledad. Bellísima la imagen.

Salieron los distintos hermanos de fila; con enseres y con la cera. Unos 300, de negro, con cíngulo blanco. Blancas banderas de penitencia.

Y, tras ellos, la Virgen. Sobre un enorme trono dorado. En La Soledad, en efecto, con la reconocida compañía de esa Cruz vacía, sobre la que únicamente cuelga un sudario. Excepcional frente de escena durante la bajada por las escalinatas de La Merced entre el gentío. Pese al duelo del Viernes Santo, los presentse aplauden cada maniobra.

En La Merced se completa la maniobra. Toca montar las partes del trono que, para permitir la salida, se han quedado sin poner, como las cartelas y otros remates laterales.

Y la primera levantá, para un hermano recientemente fallecido, protagonizada por Manuel Gazaba, el hermano mayor.

Por la tribuna, la imagen en Soledad de la Virgen vuelve a sobrecoger. Cadencia en los pasos de los horquilleros, guiados por un tambor,  y acompañados de nuevo este año por un trío de música de capilla. Se despide el Viernes Santo.

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