Al menos 20 personas -11 civiles, 5 policías y 4 atacantes- murieron y 67 resultaron heridas en el ataque coordinado perpetrado hoy en un recinto gubernamental de la provincia de Balkh, en el norte de Afganistán, informaron a Efe fuentes oficiales.
Un grupo de talibanes armados se infiltró sobre las 11.30 hora local (07.00 GMT) en un complejo de oficinas judiciales de la capital provincial, Mazar-e-Sharif, donde se enzarzaron en un intercambio de fuego con las fuerzas afganas que se prolongó durante cerca de seis horas y media, dijo el jefe de Seguridad regional, Abdul Khaliq Qaderi.
El ataque concluyó hacia las 18.20 hora local (15.30 GMT) y "los cuatro atacantes murieron en el tiroteo, aunque cinco policías también perdieron la vida", afirmó Qaderi.
Los atacantes, vestidos con uniforme militar, mataron a tiros al guardia de seguridad que vigilaba la entrada para lograr acceder al recinto, que alberga la oficina del fiscal general provincial y el Tribunal de Apelaciones de Balkh.
El jefe del hospital provincial, Khuwaja Noor Mohammad Faiz, declaró a Efe que el centro sanitario recibió 16 cadáveres, pero no los cuerpos de los cuatro atacantes, y atendió a 67 heridos.
"La mayoría de los muertos y heridos son civiles, incluyendo niños y mujeres, y docenas de los heridos están en situación crítica", declaró Faiz.
El ataque tuvo lugar en hora punta, por lo que el edificio estaba lleno de trabajadores y civiles que acudían a presentar sus casos en esas dependencias judiciales, situadas a pocos metros de la oficina del gobernador provincial.
El Ministerio de Interior situó en cinco el número de atacantes y aseguró en un comunicado que todos los trabajadores y visitantes fueron evacuados del edificio.
Los talibanes reclamaron la autoría del ataque, en el que los "enemigos" sufrieron importantes bajas, según dijo en Twitter el portavoz del grupo insurgente, Zabihullah Mujahid.
Los atentados en Balkh son menos habituales que en otras provincias afganas, aunque existe actividad insurgente en las zonas rurales.
La OTAN puso punto final en 2014 a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, que fue sustituida desde enero por la operación Apoyo Decidido, con alrededor de 4.000 soldados en tareas de asistencia y capacitación de los cuerpos de seguridad afganos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos continuó su misión "antiterrorista" en el país islámico con 9.800 soldados, que mantendrá sobre el terreno hasta final de año.