Cerca de una veintena de candidatos menores de 30 años compite por ganarse un escaño en las elecciones generales del próximo 7 de mayo en el Reino Unido en lo que supone un cambio de que la política se asocia con la experiencia.
La mayoría de estos jóvenes tendrá un papel secundario en los comicios, aunque algunos darán mucho que hablar, como es el caso del candidato del Partido Laborista, primero de la oposición, en la circunscripción de South Thanet, Will Scobie, de 25 años.
Scobie, aunque no ocupa las portadas de los medios, se enfrenta por un puesto en la Cámara de los Comunes al eurófobo líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, e incluso le está superando en los sondeos sobre intención de voto.
Debido al sistema electoral británico, por el que el candidato con más votos de cada circunscripción se convierte en parlamentario (conocido como el primero que pasa el poste), South Thanet es una de las áreas más reñidas para triunfar el 7 de mayo.
A Farage, de 51 años, y a Scobie se suma el candidato del Partido Conservador Craig Mackinlay, de 47 años, que lidera las encuestas, pero los dos primeros le siguen muy de cerca.
Scobie tiene claro cuál es la receta del éxito para revertir las proyecciones de voto y pasa por centrarse en las inquietudes de "la comunidad local", mientras sus contrincantes apelan a la política nacional, según dijo en conversación con Efe.
El joven candidato del Partido Laborista siempre aspiró a mejorar la situación de su comunidad.
"La política hay que ejercerla en la calle, con la gente y no en un estudio de televisión", agregó Scobie en referencia a Farage.
Scobie reconoce que ha soportado comentarios, incluso críticas de sus oponentes políticos, debido a su edad, aunque matizó que los toma como "una oportunidad y un honor" ya que es un mensaje que reitera que es "diferente" a ellos y que ofrece "algo nuevo".
Para Scobie, unas elecciones "no tienen nada que ver con la edad, es una cuestión de énfasis y de iniciativas políticas".
Otra candidata laborista, Victoria Fowler, que se presenta por la circunscripción de Nuneaton (centro de Inglaterra), tendrá también un papel destacado en los comicios ya que encabeza las encuestas con un buen margen con respecto a sus contrincantes.
Ambos aspiran a sustituir, por razón de edad, a la también laborista Pamela Nash, que consiguió convertirse en la diputada más joven del país en las elecciones de 2010 con apenas 25 años.
Entre los conservadores, los candidatos jóvenes no tienen tanta presencia, y puede que James Wharton, que ganó un escaño por Stockton South (norte de Inglaterra) en 2010 con 26 años, mantenga su condición del más joven entre los "tories", si es reelegido.
Wharton dijo a Efe que los inicios en el Parlamento fueron difíciles debido a que "todo era nuevo" para él y también por la cantidad de trabajo "duro" que había que afrontar.
Este político conservador destacó que la nueva generación de parlamentarios británicos es "vibrante, inteligente y comprometida".
Por su parte, Robin McGee, candidato de 23 años del Partido Liberal Demócrata, se presenta en Kensington (Londres), uno de las circunscripciones más conservadoras del país a pesar de contar con importantes diferencias sociales.
En declaraciones a Efe, McGee -al que las encuestas le otorgan un reducido porcentaje de voto- reconoce que no tiene opciones de ganar, si bien admitió que su objetivo es trabajar para mejorar el área local y vencer en ciertos colegios electorales.
"La política permite cambiar las cosas", afirmó McGee al ser cuestionado por la razón qué le llevó a inscribirse en el Partido Liberal Demócrata a los 13 años de edad.
Estos jóvenes compiten con los más de 2.000 candidatos que aspiran a ganar un escaño en la Cámara de los Comunes, compuesta por un total de 650 parlamentarios.