Más de 500 milicianos del movimiento rebelde yemení de los hutíes han muerto en choques con las fuerzas saudíes, en la frontera entre ambos países, desde que la coalición árabe lanzó su operación "Tormenta de la Firmeza" el pasado 26 de marzo.
Según un comunicado del Ministerio de Defensa saudí, difundido anoche por la agencia oficial Spa, los enfrentamientos se registraron en las regiones meridionales de Nashran y Yizan, limítrofes con el Yemen.
El último incidente se registró el pasado viernes, cuando un proyectil de mortero disparado por los hutíes impactó en una de las unidades militares saudíes que vigilan la frontera en la zona de Nashran.
Las tropas de Riad respondieron al ataque inmediatamente y causaron "graves bajas" a los milicianos chiíes, agregó la nota de Defensa, sin precisar una cifra de víctimas en el bando hutí.
En ese ataque del viernes y en los posteriores combates perecieron además tres oficiales del Ejército saudí y otros dos resultaron heridos.
El comunicado señaló que los combates entre ambos bandos en la frontera son frecuentes desde el inicio de la ofensiva aérea árabe contra los hutíes.
Arabia Saudí, a la cabeza de una coalición formada por Emiratos, Catar, Kuwait, Baréin, Egipto, Marruecos, Jordania y Sudán, declaró la guerra al movimiento chií el pasado 26 de marzo para intentar frenar su avance hacia la ciudad de Adén.
La coalición justificó el ataque en la defensa de la legitimidad del presidente yemení Abdo Rabu Mansur Hadi, en la supuesta amenaza que suponían los hutíes para Arabia Saudí, así como para evitar que Irán extendiera su influencia en la región a través de estos rebeldes.
