Pakistán y Turquía acordaron acelerar sus esfuerzos para encontrar una salida pacífica al conflicto en Yemen, pero advirtieron de que ambos países reaccionarán con firmeza en caso de agresión a Arabia Saudí, informó hoy una fuente oficial.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, telefoneó anoche al primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, en un esfuerzo por "encontrar una solución negociada a la crisis en Yemen y mantener consultas regulares", según un comunicado del Gobierno paquistaní.
Erdogan y Sharif conversaron durante cerca de 45 minutos en los que "enfatizaron que los hutíes no tienen ningún derecho a derrocar un Gobierno legítimo en Yemen y afirmaron que cualquier violación de la integridad territorial de Arabia Saudí provocaría una firme reacción de ambos países", añade la nota.
La conversación se produjo después de que el viernes el Parlamento de Pakistán abogara por mantener la "neutralidad" del país en el conflicto yemení, si bien defenderá a Arabia Saudí de producirse alguna amenaza contra su territorio, en una decisión adoptada tras una sesión especial que se prolongó cinco días.
Dos días antes, Pakistán e Irán, dos países islámicos con posturas enfrentadas sobre el conflicto en Yemen, manifestaron su compromiso con una salida diplomática a la crisis que vive ese país, durante una visita del ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, a Islamabad.
Arabia Saudí, a la cabeza de una coalición formada por Emiratos, Catar, Kuwait, Baréin, Egipto, Marruecos, Jordania y Sudán, declaró la guerra al movimiento chií el pasado 26 de marzo para intentar frenar su avance hacia la ciudad de Adén.
La coalición justificó el ataque en la defensa de la legitimidad del presidente yemení Abdo Rabu Mansur Hadi, en la supuesta amenaza que suponían los hutíes para Arabia Saudí y para evitar que Irán extendiera su influencia en la región a través de estos rebeldes.