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Daniel Guzmán hace las paces con su pasado a cambio de cuatro Biznagas

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A Daniel Guzmán le ha costado diez años sacudirse los fantasmas del pasado para dirigir su primera película, que ha titulado "A cambio de nada", pero este relato autobiográfico de una adolescencia difícil le ha valido la Biznaga de Oro al mejor largometraje y otras tres Biznagas en el Festival de Málaga.

"He hecho las paces con mi vida, con mi pasado y con mis padres, y todo está bien. Perdonadme por cuando no he estado ahí", ha afirmado un emocionado Daniel Guzmán al recoger sus premios en la gala de clausura del certamen celebrada en el Teatro Cervantes, que ha sido conducida por Andreu Buenafuente.

El actor y ahora director ha calificado hacer cine como "una puta locura" y le ha querido dedicar la Biznaga de Oro y los premios al mejor director, de la crítica y al mejor actor de reparto (Antonio Bachiller) a sus amigos, que le han enseñado "lo que es la autenticidad".

Ha agradecido al jurado y a la crítica que se hayan "acercado" a esta historia "tan importante para él" y que hayan dicho cosas "tan bonitas" de su película, algo que va "para todos los cineastas de este país", y no se ha olvidado tampoco de su abuela, Antonia Guzmán, una más en el reparto de su "ópera prima".

Otra directora debutante con premios ha sido la actriz Leticia Dolera con "Requisitos para ser una persona normal", mejor montaje (David Gallart), mejor fotografía (Marc Gómez del Moral) y mejor guionista novel (la propia Dolera).

"Cuando empecé a escribir esta película de jóvenes inadaptados que intentan encontrar su lugar en el mundo no pensé que iba a pasar estos días", ha dicho con la voz entrecortada por las lágrimas Leticia Dolera.

También emotiva la entrega de los premios a una película modesta como "Techo y comida", un retrato de la crisis económica dirigido por Juan Miguel del Castillo, premio del público y a la mejor actriz, para Natalia de Molina.

Del Castillo ha resaltado que este premio del público demuestra "que las películas con compromiso que tocan la fibra también pueden funcionar en las salas de cine" y lo ha dedicado al barrio de La Granja de Jerez de la Frontera, donde se rodó.

Llorando por la emoción, Natalia de Molina ha agradecido a su director haber hecho "una película necesaria" y "su forma de contar las cosas con honestidad y elegancia" y lo ha dedicado "a todas las personas que sufren la injusticia de un sistema que nos asfixia".

Su hijo en la pantalla es interpretado por el niño Jaime López, que ha puesto el corazón en un puño al público al recordar "a los niños que lo están pasando igual de mal" que su personaje, a los que ha querido enviar "un beso muy grande".

El cuarteto de películas triunfadoras en el palmarés oficial de este decimoctavo Festival de Málaga se completa con "Los exiliados románticos", de Jonás Trueba, premio especial del jurado, mención especial en el premio de la crítica y premio a la mejor música, para la banda Tulsa.

Después de agradecer al certamen haber sido seleccionado y al jurado los premios, Trueba ha afirmado que algunas películas galardonadas "tienen apoyo de muchas instituciones y cadenas de televisión", mientras que la suya se ha hecho "con el material humano" de su equipo, y ha añadido que "es bonito que en un festival haya esta pluralidad".

La gala de clausura ha concluido con la ya tradicional foto de familia de los premiados sobre el escenario y una fecha marcada en el calendario: Abril de 2016, cuando se celebrará el decimonoveno Festival de Cine Español de Málaga.

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