El tiempo en: Sevilla
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Punta Umbría

Umbral expone su faceta más íntima a través de 126 poemas inéditos

?Este libro es una pequeña traición leal póstuma. Umbral ha dicho: ahí van mis poemas?. Así define Miguel García-Posada el volumen que reúne la Obra Poética de Francisco Umbral. Una recopilación con más 126 inéditos que aparecieron tras su muerte

Publicidad Ai Publicidad Ai
“Este libro es una pequeña traición leal póstuma. Umbral ha dicho: ahí van mis poemas”. Así define Miguel García-Posada el volumen que reúne la Obra Poética de Francisco Umbral. Una recopilación con más 126 inéditos que aparecieron tras su muerte y que demuestra la pasión del prosista por este género. 

Francisco Umbral. Obra Poética (1981-2001) es el título del libro que sale esta semana a la calle, publicado por Seix Barral, y que ha editado Miguel García-Posada. 

Así, casi dos años después de la muerte del Premio Cervantes, falleció el 28 de agosto de 2007, y tras el libro póstumo dedicado a María España Carta a mi mujer (Planeta) aparece ahora el Umbral más desconocido. 

“Que la prosa de Umbral no se entienda sin la poesía no es nuevo, pero aquí aparece el más íntimo y desconocido, porque no hay que olvidar que estos poemas son como un diario, escritos y fechados día por día, en los que va vertiendo las preocupaciones que vienen de dentro y las que vienen de fuera. No hay nada inventado”, explica Posada. 

Y es que tras la muerte del autor de Mortal y rosa aparecieron más de trescientos poemas distribuidos en carpetas, en su mayoría “mecanoescritos”, algunos de ellos también escritos a mano, corregidos con la letra de María España y datados entre 2000 y 2001. Con un contenido que casi siempre estaba basado en la actualidad. 

De estos 300 poemas, García-Posada y María España seleccionaron 126, y a ellos le sumaron el único poemario que el gran prosista y maestro de la metáfora escribió en su vida Crímenes y baladas, publicado en 1981.

 Algunos poemas de este libro Umbral los plasmó en Mortal y rosa, considerado por algunos críticos como una de las obras más importantes del siglo XX. 

Atento siempre a la realidad, con un ojo, como su pluma afilada, amarga y dulce a la vez, los poemas de este libro subliman una realidad metamorfoseada y filtrada por un deseo de elevación de lo cotidiano, inmortalizando el presente. 

“Umbral amaba profundamente la poesía. Leyó poesía toda su vida. Lo leyó todo, y tenía un respeto máximo por este género. No quiso publicar más después de Crímenes y baladas, un libro irregular que tiene cosas muy buenas y otras malas, por respeto. Tenía la conciencia de que el instrumento que la vida le dio para ganarse la vida fue la prosa, y en eso él sabía que era el mejor”, precisa el editor. 

Y si en prosa fue Marcel Proust, por encima de todos, quien alentaba al Premio Cervantes, en poesía sin duda fue Juan Ramón Jiménez a quien más admiró. 

“Yo creo que amaba a Juan Ramón por lo que tenía éste de fidelidad y de permanencia en la poesía, de lealtad al hecho poético”, argumenta García-Posada.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN