El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, aprobó hoy que sean presentados ante la justicia militar varios comandantes de las Fuerzas Armadas que se retiraron el pasado mayo de la ciudad de Ramadi, ante el avance de los yihadistas.
Al Abadi, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, promulgó las decisiones de un comité que investigó esta desbandada de los altos mandos militares de la provincia de Al Anbar, que abandonaron sus posiciones pese a que las ordenes oficiales exigieron que no se retiraran.
Según un comunicado gubernamental, dicho comité ordenó la comparecencia de estos altos mandos ante un tribunal militar, tras escuchar los testimonios de más de cien oficiales, comandantes y soldados.
El informe incluye recomendaciones para mejorar la actuación del Ejército iraquí y para evitar errores como los ocurridos en Al Anbar a mediados de mayo pasado.
Ramadi, capital provincial, fue arrebatada al Ejército por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) el pasado 17 de mayo, en una operación relámpago que forzó la huida precipitada de los soldados.
La caída de Ramadi supuso un duro revés para el Gobierno de Bagdad, que se concentraba en esos momentos en los preparativos para liberar Al Anbar como paso previo a la reconquista de la ciudad de Mosul, principal feudo del EI en Irak.
El EI conquistó amplias zonas del territorio iraquí en junio de 2014 y proclamó un califato en este país y en la vecina Siria.