Con temperaturas de 40 grados durante semanas seguidas como las que ha registrado el centro de Jerez este verano, tomarse un tentempié a las dos de la tarde en las terrazas de un negocio del centro puede resultar una labor cuanto menos heroica. Ni las sombrillas de los veladores son capaces de resistirlo y en el seno de Acoje, conscientes del daño que ha hecho la ola de calor a la hostelería y a los propios turistas hasta que no ha empezado a refrescar, ya trabajan en fórmulas para acabar con este lastre que ataca a las calles peatonales del centro y las deja desiertas pese a su oferta comercial.
Tienen claro que no puede pasar ni un verano más sin que estos viales estén entoldados de manera que sea posible crear zonas aclimatadas que bajen la temperatura media del exterior que tienen que soportar residentes y visitantes de la ciudad que elijan el centro por estas fechas, al ser el lugar obligado de paso. Para evitar que jerezanos y turistas emigren de este enclave, como así viene ocurriendo, desde la Asociación de Comerciantes del Centro han sondeado diferentes experiencias de entoldados en varios puntos del país que además se complementarían con pulverizadores, una medida cada vez más habitual y que ya existe en localidades costeras como Sanlúcar, y pérgolas urbanas. Estas estructuras cumplirían una doble función, puesto que además de ayudar a minimizar el impacto negativo de las altas temperaturas, sin lugar a dudas la labor más importante, también ayudarían al embellecimiento de las mismas y a generar zonas más agradables que inviten a pasear o disfrutar de la ciudad.
Dar la espalda a estos avances que ya son apreciables desde hace años en calles peatonales del centro de Málaga, Sevilla e incluso de Extremadura supone casi empujar a los residentes y foráneos a refugiarse en centros comerciales climatizados.
Esta fue la realidad que puso sobre la mesa la presidenta de Acoje, Nela García, en la reunión que tuvo hace poco más de una semana con el delegado de Infraestructuras, Medio Ambiente y Movilidad, José Antonio Díaz, que se mostró receptivo con este proyecto. Una actuación que podría empezar a ver la luz progresivamente y no necesariamente por calle Larga, donde ya hubo un intento que duró apenas un verano hace cinco años a final de Lancería y en Doña Blanca. “Podríamos empezar por calles como Levante, Évora o Doña Blanca que son más baratos, no todo tiene que iniciarse siempre en calle Larga”, apunta.
En cuanto a la financiación, el quid de la cuestión, aunque su propósito inicial era recurrir a la Capitalidad Mundial del Motociclismo, como ahora mismo no hay nada claro, también han planteado alternativas que ven perfectamente asumibles, ya que al Ayuntamiento no les costaría un euro. Una opción, como expuso García, sería acogerse a la convocatoria de ayudas para equipamiento inmobiliario en los centros comerciales abiertos de la Junta, la cual tiene que pedir el Consistorio, optando así a costear hasta el 80% del precio, mientras que el 20% sería a partir de patrocinadores. La otra forma sería a través de la Cámara de Comercio y los fondos europeos Feder. Sin embargo, ambas convocatorias tienen un plazo de solicitud y de ejecución, con lo que creen fundamental empezar a trabajar ya “en equipo” y pensar en el verano de 2016.
Quejas por la falta de iluminación ‘led’
Acoje también ha trasladado al Ayuntamiento a través de Díaz la necesidad de ampliar las zonas de luces LED y su intensidad, ante las quejas que vienen registrando en puntos como la Alameda del Banco. No hay que perder de vista que la seguridad está ligada a la iluminación.