El delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en Córdoba, Francisco Algar, ha informado de que el Gobierno regional elaborará un segundo programa de protección del lobo ibérico localizado en zonas de Sierra Morena, en la provincia cordobesa, en función de los resultados que se obtengan del censo que se elabora ahora y los análisis genéticos de excrementos.
En una entrevista con Europa Press, el representante del Gobierno andaluz ha destacado que para el desarrollo del citado programa "lo primero que hay que tener es la certeza del censo que hay y la población de lobo ibérico en la provincia", algo para lo que se trabaja especialmente en los parques naturales de Cardeña y Montoro y el de Hornachuelos, donde "ya aprobaron apoyar la conservación del lobo ibérico y que se estudie la modificación de su catalogación como especie en peligro de extinción".
En este sentido, el delegado ha resaltado que "la elaboración del censo es fundamental", a lo que añade que "una herramienta importante, además de los avistamientos de los ganaderos y agentes de Medio Ambiente, es el análisis genético de muestras de excrementos", de cara al censo para "ver la población y la ubicación", explica.
Mientras, recuerda que para la protección del lobo ibérico "ya se ha desarrollado un primer programa de protección, que consistió en la identificación de su ubicación en la provincia", en este caso principalmente en zonas de Sierra Morena, así como "el importante apoyo a los ganaderos para evitar los daños que producían y también agilizar el cobro de las ayudas que los ganaderos tienen derecho, como consecuencia de los daños de los lobos en el ganado".
Al respecto, comenta que "en los últimos años se ha producido una disminución de los ganaderos, con lo cual ha habido una disminución de los avistamientos de lobos", si bien valora que durante el año 2014 y 2015 se elabora el censo sobre los lobos de la provincia, que confía que sea "lo más acertado y fiable posible".
Cabe recordar que el Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro es uno de los últimos lugares de Andalucía en los que aún se encuentran ejemplares de lobo, una especie emblemática y esencial para el buen estado de los ecosistemas.
Desde 2003 se ha desarrollado un primer programa de seguimiento y conservación del lobo basado en la prevención de daños, mediante el asesoramiento a ganaderos y la instalación de medios preventivos, sin embargo actualmente es necesario actuar sobre otros problemas que amenazan al lobo.
Para ello, está previsto estudiar posibles medidas para paliar la posible consanguinidad por el pequeño tamaño de la población o las interferencias con la actividad cinegética, entre otros aspectos.
El lobo, por su comportamiento esquivo y errante en el territorio, es muy difícil de detectar, sobre todo porque por sus características tiene en Sierra Morena hábitat adecuados en miles de hectáreas. Por tanto, ni el hábitat ni la alimentación --dado que existen abundantes poblaciones cinegéticas en Sierra Morena--, son limitantes para el lobo.
EL LINCE Y SU PROTECCIÓN
Por otra parte, en relación al proyecto 'Life' de protección del lince ibérico, Francisco Algar ha resaltado que "en Córdoba hay unos parques naturales que son propicios para su hábitat", de ahí que en la provincia haya "una población de lince bastante importante", al tiempo que dentro de Andalucía supone "una mejora en la pervivencia del animal y el mantenimiento del mismo".
En concreto, el delegado de Medio Ambiente de la Junta ha detallado que la zona de reintroducción del Guadalmellato, en la provincia cordobesa, en el año 2014 albergaba aproximadamente 47 linces.
Al hilo, subraya que la valoración del programa 'Life' es "muy positiva", porque "de ser una especie en peligro crítico de extinción, ha pasado a ser una especie en peligro de extinción", aunque comenta que "en la región este año se han producido pocas sueltas, porque ha habido pocos cachorros".
Igualmente, lamenta que "el atropello se convierte en la principal causa de muerte de este animal protegido", algo que, a su juicio, "tiene complicada solución porque son animales salvajes en libertad, y conviven con el tráfico". Pero aún así, Algar considera que "habrá que estudiar la mejora de la señalización y la posibilidad del vallado en algunas zonas donde se detecte que hay más siniestralidad en este sentido".
