Sevilla se enfrenta a un incremento de la presión fiscal, especialmente sobre las empresas, según se desprende del informe verbal que ayer transmitió el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, al presidente de la CES, Miguel Rus, en el transcurso de una reunión, a la que asistieron también los sindicatos.
En unos momentos como los actuales, en los que nuestra ciudad se enfrenta al reto de darle un giro a su modelo productivo y potenciar el sector industrial, apostando por el fomento de empresas con mayor tamaño para ganar en competitividad, el Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado, por una parte, el incremento del tipo sobre el que se calcula el Impuesto de Actividades Económicas ( al que están sujeto aquellas miles de empresas que facturan más de un millón de euros) y, por otra, la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles especialmente para las empresas con un mayor valor catastral.
Son medidas que perjudican seriamente a las empresas que, precisamente en estos momentos, necesitan crecer, ser más competitivas y servir de locomotoras del desarrollo económico y social de Sevilla.
La CES entiende que la política fiscal debe ir encaminada tanto a facilitar el asentamiento y creación de nuevas empresas, como a fortalecer las que actualmente tenemos. Mientras que la mejor política social, es la que facilita el mantenimiento del empleo y la creación de nuevos puestos de trabajo.
Revisión de los valores catastrales
Del mismo modo, la revisión de los valores catastrales pedida por el Ayuntamiento al Ministerio de Hacienda, enmascara esa congelación del IBI a los particulares y a las pequeñas empresas que proclaman nuestros munícipes, y evitan bajar ese 10% que podría haberse hecho efectivo este año, al dejar de estar en vigor el recargo establecido por el Gobierno Central en los años 2014 y 2015.
Inevitablemente, esta revisión catastral tendrá efectos directos sobre los impuestos de transmisiones, sucesiones y plusvalías.
Hace unos días en el acto de presentación de “Sevilla En Clave Industrial” exponíamos nuestras debilidades empresariales y de nuestro tejido productivo conformado, en su mayoría por microempresas y pymes, y la imperiosa necesidad de apoyar y fomentar más Grandes Empresas para ser mas competitivos económicamente y estables en la creación y mantenimiento de empleo de calidad, en un mercado cada vez más global.
Estas decisiones en momentos tan delicados de incipiente recuperación económica y con tan altas tasas de desempleo, no ayudan en nada a la necesaria atracción de inversiones productivas e industriales que tanto necesita Sevilla. Decisiones políticas y populistas, como las propuestas en estas Ordenanzas Fiscales, ponen en riesgo los proyectos de inversión, continuidad y crecimiento de “nuestras pocas grandes empresas” y, sin duda, sus consecuencias negativas sobre el empleo.
La CES espera que el Ayuntamiento reconsidere algunos aspectos de esta propuesta de Ordenanzas Fiscales y, en los próximos días, llevará a cabo un minucioso estudio técnico de las mismas, una vez se conozca el texto completo a través del Consejo Económico y Social de Sevilla.