Varios altos cargos de Inteligencia, del Ejército y del entorno nacional de Seguridad han informado a la CNN de que Estados Unidos está casi completamente seguro de que el avión de pasajeros ruso que se estrelló el pasado fin de semana en la península del Sinaí se cayó a causa de una bomba.
Al preguntarle cómo de convencidos estaban desde Washington, un alto cargo ha respondido que su seguridad es "del 99,9%". Otra fuente diferente también confirmó a CNN esta hipótesis el sábado, indicando que desde Estados Unidos creían "muy probable que hubiera sido derribado por una bomba".
Las evidencias sobre que pudiera haber sido una bomba giran en torno a una conversación interceptada por la Inteligencia británica y la estadounidense tras el accidente entre efectivos del autodenominado Estado Islámico en su bastión sirio de Raqqa y miembros de un grupo vinculado al primero.
Tanto Washington como Londres han estado analizando el lenguaje específico de la conversación para determinar el tipo de bomba y detonador que habrían utilizado los insurgentes y si ese lenguaje es una representación de lo que realmente ocurrió.
Varios altos cargos han asegurado que ha sido la especificidad de la conversación lo que ha contribuido directamente a enfocarse en la posibilidad de que se hubiera utilizado una bomba en la nave.
El avión ruso se estrelló el pasado 31 de octubre en la península del Sinaí, matando a las 224 personas que viajaban a bordo.