El principal partido de la oposición en Birmania (Myanmar) afirmó hoy que puede haber ganado más del 70 por ciento de los votos en las elecciones generales del domingo, según un recuento no oficial en más de la mitad del país.
"Hemos ganado más del 70 por ciento de los votos", dijo a Efe Win Htein, portavoz de la Liga Nacional para la Democracia (LND).
La líder del partido y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, pidió esta mañana cautela a sus seguidores antes de que la Comisión Electoral anuncie esta noche los resultados preliminares de los comicios en los que estaban llamados a votar más de 30 millones de birmanos.
Sin embargo, Win Htein declaró que los interventores de la LND han informado de que el partido ha ganado por mayoría en al menos 9 de las 15 regiones y estados del país, incluidos 44 de 45 distritos electorales en la división de Rangún.
Decenas de seguidores de Suu Kyi aguardan con expectación en la sede de su partido a que la Comisión Electoral revele el recuento de las papeletas.
La oposición indicó que las irregularidades más comunes el domingo fueron la ausencia de votantes en las listas electorales y la llegada del voto anticipado tras el cierre de los colegios, lo que implica su invalidación.
En el estado Shan, en el noreste, la LND y la Liga de Nacionalidades Shan para la Democracia denunciaron la supuesta llegada de votos irregulares a última hora que dieron la victoria al gobernante Partido de la Solidaridad y el Desarrollo para la Unión.
El presidente birmano, Thein Sein, ha asegurado que respetará los resultados de los comicios, posición que ha reiterado el jefe de las fuerzas armadas, el general Min Aung Hlaing, según publica hoy el diario estatal Global New Light of Myanmar.
Tras más de cinco décadas bajo dictadura militar, Birmania (Myanmar) aspira a cambios que permitan la prosperidad del país y la solución de sus longevos conflictos con las minorías étnicas.
La última junta militar celebró en 2010 unas elecciones generales criticadas por falta de transparencia y boicoteadas por la LND y, al año siguiente, cedió el poder a un Gobierno civil formado por exgenerales afines al antiguo régimen.