Esa supuesta defensa de los sacerdotes pederastas se atribuye al futuro arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, quien fue elevado ayer en una ceremonia en Londres a la máxima autoridad católica de Inglaterra y Gales.
Nichols aseguró que las revelaciones del informe presentado este miércoles sobre el sistemático abuso de menores durante casi 70 años en Irlanda es perturbador, pero destacó el “coraje” de los miembros del clero que reconocieron sus acciones pasadas. También confió en que el controvertido documento no oscurezca la labor positiva desarrollada por la Iglesia Católica irlandesa.
El presidente de la organización Supervivientes de los Abusos de Menores, John Kelly, dijo ayer a la Radiotelevisión irlandesa que las “malas acciones” de muchos religiosos fueron tan “horribles” que éstas anulan a las buenas. En opinión del activista, las declaraciones del futuro arzobispo son, además, “monstruosas y vergonzosas”.