Dentro de escasamente una semana, todos los jóvenes estamos llamados a las urnas para votar en unas Elecciones Generales, desde nuestro punto de vista tan históricas o más aún si cabe que aquellas de 1977, donde se daba comienzo a una democracia después de casi 40 años de dictadura fascista.
En aquellas elecciones del 77 se borraba una época oscura de la historia de nuestro país y muchos jóvenes por aquella época dieron un golpe en la mesa para pedir que querían un futuro diferente.
En estas ocasión ocurre algo parecido, para una gran cantidad de jóvenes, estas elecciones supondrán la posibilidad de un futuro ilusionante o la constatación de que habrán perdido la oportunidad de poder simplemente, llevar a cabo los sueños de toda persona que comienza a labrarse un camino, para todos los nacidos entre 1994 y 1997 estas elecciones serán incluso la primera cita electoral a la que acudan y en las que se juegan a una carta no ser una generación perdida.
Desgraciadamente muchos españoles, no podrán votar, debido al «voto rogado» de la ley electoral aprobada en 2011 por PSOE, PP y CIU y que obliga a las personas residentes en otros países realizar una serie de trámites para poder votar, y muchas de estas personas las cuales se han quedado sin su derecho al voto han cambiado el nombre de esta ley a «voto robado».
Estamos en un momento crucial, después de llevar sobre nuestros hombros durante los últimos años; Gurtel, Púnica, ERES, Tarjetas Black, Desahucios, LOMCE, etc, ha llegado nuestro momento. Necesitamos cambiar las políticas caducas por nuevas políticas que beneficien a la mayoría. Políticas en la que las personas sean el centro de las actuaciones, necesitamos creer que un mundo mejor es posible, que nuestros familiares más pequeños, tengan una educación pública de calidad, que no estudien sólo los que puedan pagarse las matrículas, que todas las personas podamos tener una asistencia sanitaria gratuita, un país donde no pongamos a las personas barreras ni colores, necesitamos poder volver a creer que con nuestro esfuerzo y dedicación podemos alcanzar nuestros objetivos, poder tener la oportunidad de trabajar en la tierra donde hemos nacido, y no tener que abandonar a nuestra familia para poder sentirnos útiles, que la política no sea sinónimo de corrupción y que los bancos no consigan arruinarle la vida a familias de los trabajadores.
Si el próximo 20 de diciembre no se lleva a cabo un cambio político en España, seremos una generación sacrificada, la primera generación de la democracia que viviremos peor que nuestros padres, ya que si se siguen llevando a cabo las políticas que hoy por hoy nos encontramos en nuestro país, no hay un futuro en el que podamos construir nuestros propios proyectos vitales.
Desde Nexojoven pensamos que nuestro país confía plenamente en los jóvenes como herramienta de cambio. Por eso, porque vuelve haber esperanza, se está recuperando el coraje, la fuerza y la sonrisa. Sigamos creyendo en que otra manera de hacer política es posible. Y no nos olvidemos de nuestro compromiso como ciudadanía de conseguir hacer las cosas de otra manera.
Asociación ANDAD-Nexojoven