Los cuatro partidos que más apoyo recibieron en las pasadas elecciones generales, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, han cerrado este martes la primera ronda de reuniones bilaterales para constituir la Mesa del Congreso, que ha servido de primera toma de contacto pero no para avanzar en las cuestiones más espinosas a la hora de llegar a acuerdos, como la Presidencia de la Cámara o la formación de los grupos parlamentarios.
Aunque todos coinciden en la necesidad de que el órgano de gobierno del Congreso refleje la "pluralidad" de los resultados del 20D, la falta de mayorías claras hace que la Presidencia de la Cámara, a la que aspiran tanto 'populares' como socialistas, esté en juego.
Durante esta primera toma de contacto, tanto PSOE como Ciudadanos han defendido la opción de que la persona encargada de formar Gobierno --responsabilidad que, en primer lugar, asumirá el presidente en funciones, Mariano Rajoy--, no sea de la misma formación que la que ostente la Presidencia de la Cámara, lo que abre un amplio margen de negociación con los socialistas.
Ciudadanos ha llegado incluso a proponer que el próximo 13 de enero se elija un presidente "temporal" en la sesión constitutiva del Congreso, con el objetivo de desbloquear las negociaciones entre el PP y PSOE. Esta figura "temporal" se cambiaría en cuanto se formara Gobierno, para elegir a un presidente de la Cámara que no sea del partido del Gobierno.
Por su parte, Podemos ha fijado como prioridad en estas primeras negociaciones convencer a las formaciones de que apoyen la constitución de los cuatros grupos parlamentarios a los que aspiran: el propio de Podemos, y otros tres para las candidaturas de confluencia con las que la formación compitió en Galicia, Cataluña y Comunidad Valencia con otras fuerzas.
Tanto PP como PSOE y Ciudadanos han mostrado sus dudas a que esta petición pueda hacerse realidad. Según ha afirmado el portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, "hay muchos problemas reglamentarios" y cuestiones de "interpretación y jurisprudenciales", si bien ha aclarado que aún no hay nada decidido. No obstante, el apoyo de Podemos a la hora de elegir presidente de la Mesa podría depender de que le dejen constituir sus cuatro grupos.
Las negociaciones se retomarán este jueves, a menos de una semana de que se celebre la sesión de constitución, en la que los nuevos diputados deberán votar al presidente y el resto de miembros de la Mesa. Si no hay acuerdo finalmente entre el PP y el PSOE, cada uno propondrá previsiblemente un candidato. Ambos se medirán en una votación que, como las del resto de miembros de la Mesa, será secreta y en urna.
La elección sería automática para el que lograra mayoría absoluta --176 votos--, lo que parece difícil para los dos hipotéticos candidatos. Si nadie lograra la mayoría absoluta en primera votación habría una segunda entre los dos con más apoyos y ahí el aspirante del PSOE podría salir elegido bastándole únicamente el apoyo bien de Podemos o incluso sólo de Ciudadanos.
Los cuatro vicepresidentes saldrán de una votación posterior. Si cada uno de los cuatro grupos mayoritarios apuestan por sus candidatos se garantizarán un puesto cada uno, ya que las vicepresidencia recaerán en los cuatro que logren más votos y se repartirán en función de los mismos de mayor a menor.
Y lo mismo podría suceder con las cuatro secretarías que completan la Mesa del Congreso y que surgen de otra votación, aunque estos puestos podrían también ser objeto de negociaciones que permitieran la entrada en la Mesa de algún otro partido. Podemos, por ejemplo, podría colocar en una de las secretarías a alguno de los diputados elegidos en su coalición catalana, En Comun Podem, que obtuvo 12 escaños.
LOS GRUPOS, LA SEGUNDA BATALLA
Una vez se constituya la Mesa una de sus primeras tareas será precisamente la de dar el visto bueno a la creación de los grupos parlamentarios que, según el Reglamento, deberán quedar constituidos el 19 de enero. De ahí que, además del reparto de puestos el compromiso de apoyar la creación de determinados grupos está siendo una cuestión clave en esas negociaciones.
Tienen grupo asegurado PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos y PNV y dependerá de la flexibilidad de la mayoría de la Mesa que lo logren las coaliciones En Comú (Podemos, ICV, Barcelona en Común y la federación catalana de IU), Es el Moment (Compromís-Podemos) y En Marea (Podemos, Anova, Esquerda Unida).
También tendrá la última palabra el órgano de gobierno en el caso de Democracia y Libertad (DL) y ERC, ya que ninguna de las dos llegó al 15% de los votos en la circunscripción de Barcelona, uno de los requisitos que fija el Reglamento. Ambos esperan tener grupo, pero lo que es más difícil es que se hagan con un hueco en la Mesa.
De hecho, ERC ni siquiera aspira a estrenarse en un órgano en el que nunca ha estado y del que la antigua Convergència se quedaría fuera por primera vez. Hasta el pasado mes de junio, cuando se rompió CiU, los convergentes siempre habían estado en la Mesa, pero el bloqueo del PP impidió que se sometiera a votación la candidatura de Jordi Xuclà para cubrir la vacante dejada por Jordi Jané.
IU BUSCA FÓRMULAS PARA TENER GRUPO
Además, la posibilidad de que DL pueda conformar grupo en el Senado dependerá de que otro grupo les preste dos diputados, lo que también se prevé forme parte de estas negociaciones.
Asimismo, está por ver cómo se organizan el resto de partidos que, en principio en función de su resultados quedarían abocados al Grupo Mixto. En esta situación está IU-Unidad Popular, que con dos diputados y el 3,67% de los votos está estudiando todas las fórmulas posibles para eludir el Mixto.
Para lograrlo podría unirse a las dos diputadas de Bildu, pero requerirían de un préstamo para poder llegar a los cinco parlamentarios y el 5% de los votos a nivel nacional. El portavoz del PSOE, Antonio Hernando, garantizó a Alberto Garzón que estudiaría la situación, pero no se comprometió a nada concreto.
¿QUIÉN ESTARÁ EN EL MIXTO?
De su lado, los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y el de Foro Asturias, concurrieron en coalición con el PP, pero con la previsión de irse a Grupo Mixto, en el que, en principio, también recalará Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, que se presentó con el PSOE y Ana Oramas, que logró revalidar el escaño de Nueva Canarias.
El diputado electo del PP Pedro Gómez de la Serna, si perfecciona su condición de diputado con el acto de jura o acatamiento de la Constitución, también se verá forzado a ir al Mixto porque el PP le ha vetado integrarse en el Grupo Popular mientras no se resuelva el expediente disciplinario que le abrió por haber compatibilizado el escaño con el cobro de comisiones de empresa españolas a las que ayudó a conseguir contratos en el extranjero.