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Campo de Gibraltar

Licudi: “Rellenaremos el hueco del Instituto Cervantes porque es necesario”

El ministro de Educación y Justicia de Gibraltar afirma que el vacío dejado por el cierre del Instituto Cervantes se va a cubrir con la impartición de cursos de español por el Gibraltar College. Defiende la vuelta al Foro Tripartito y sostiene que “rara vez” se apunta a Gibraltar como destino del di

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  • Gilbert Licudi, en su despacho -

Licudi afirma que el vacío dejado por el cierre del Instituto Cervantes se va a cubrir con la impartición de cursos de español por el Gibraltar College. Defiende la vuelta al Foro Tripartito y sostiene que “rara vez” se apunta a Gibraltar como destino del dinero de la corrupción. También espera que, si se llegara a un ‘Brexit’, se continuara en las negociaciones posteriores con las relaciones comerciales y la comunicación con “fluidez” en la Verja.

 

¿Qué llevó al Gobierno de Gibraltar a crear una universidad?
—La universidad es algo que hacía falta. No teníamos universidad en Gibraltar. Todo el mundo que quería tener cursos universitarios se tenía que marchar de Gibraltar. Tenemos muchísimos alumnos que se van a estudiar. El año pasado fueron cerca de 900 alumnos pagados por el Gobierno. Se paga la educación, la manutención, los viajes... Hacía falta una universidad en Gibraltar por varios motivos. Era lo lógico, después de tener el sistema educativo que tenemos, que tuviéramos la posibilidad de hacer estudios universitarios en Gibraltar. Tenemos un sistema muy generoso. Todo el mundo que pueda obtener una plaza en una universidad, automáticamente se le paga. Hay  algunos pocos que quieren hacer un curso universitario pero no quieren salir de Gibraltar, por termas familiares o por cualquier cosa. Hay otros, que han salido y han vuelto y quieren seguir estudiando en Gibraltar. También estamos en un lugar privilegiado, entre dos continentes, tres países, España, Gibraltar y Marruecos. Podemos atraer muchos estudiantes extranjeros. Es algo de lo que se llevaba hablando en Gibraltar muchos años por varios gobiernos, pero ninguno se había lanzado.  En el 2011 , cuando ganamos las elecciones, habíamos dicho que en 4 años haríamos la universidad. Como ministro de Educación, lo llevé muy cerca. Es algo que quería hacer. Nos pusimos a trabajar inmediatamente. Tuvimos que  viajar bastante, hablar con universidades del Reino Unido, Malta, Hong Kong, Singapur, Seychelles, Brasil... Con Seychelles en particular porque es una nación pequeña, y acaban de establecer su primera universidad. Queríamos aprender también sobre posibles equivocaciones. La Universidad de Gibraltar se estableció en poco tiempo. Pudimos abrir el pasado 21 de septiembre y cumplimos la promesa. No era solo cuestión de coger un edificio pintarlo un poco por fuera  y poner un cartel fuera diciendo “Universidad de Gibraltar”. Era la estructura académica y legal también. Había que llevarlo al Parlamento y que fuera una universidad independiente. Tiene que empezar a lo pequeño pero con ambición de crecer y ser una institución  importante en esta región en el  futuro.



¿Cuáles son sus primeras impresiones políticas?
—Cuando abrimos, la universidad se convirtió una institución independiente dentro del marco que establecimos. Por ejemplo, el marco académico incluía cursos de contabilidad, de enfermería, de derecho, especialmente de derecho gibraltareño, porque todos los que vamos a estudiar derecho vamos a Inglaterra. Estudiamos derecho inglés, que es muy parecido a las leyes gibraltareñas, pero que hay que diferenciarlo y conocerlo también. Este primer año se  inscribieron más de 200 estudiantes. Más de lo que habíamos previsto. Va todo muy bien por ahora. A la universidad le hace falta sitio para el alojamiento, para atraer estudiantes de fuera. Además, se están haciendo cursos con la Universidad de Londres, con la Universidad de Kingston en Inglaterra, y se están estableciendo cursos sobre medio ambiente y fondos marinos con la Universidad de Seychelles. Se está haciendo ahora. Una de las cosas fundamentales que aprendimos tras hablar con muchas universidades de fuera de Gibraltar es lo importante que es tener acuerdos entre universidades. Ninguna universidad, ya puede ser la universidad más prestigiosa del mundo, ya puede ser Harvard o Oxford, o incluso Londres, ninguna funciona únicamente con los cursos de su universidad. Tenemos varios acuerdos ya. Varios cursos son a raíz de esos entendimientos. Eso tiene que crecer.


Por cercanía, ¿hay acuerdos con la Universidad de Cádiz y con Marruecos?
—Esos contactos los empezamos cuando la universidad era un proyecto. Ya queda en manos de la universidad el desarrollarlos. Desde luego ha habido contactos con la universidad de Rabat por ejemplo, la Universidad de Cádiz, la Universidad de Sevilla, y varias universidades en España. Hay muchísimo interés, por muchísimos temas comunes, en trabajar con la Universidad de Gibraltar. Estamos abiertos a estos acuerdos porque son necesarios, especialmente aquí en esta zona. Por ejemplo, eso se puede hacer perfectamente con universidades españolas con el tema del derecho internacional, con universidades que quieran tener conocimiento del sistema anglosajón, como intercambio. Estamos abiertos a esos entendimientos con todas las universidades, especialmente con universidades de esta zona. Esto es fundamental. 


¿Puede la universidad ayudar a fomentar el uso del inglés? ¿Se prevé la enseñanza del español?
—Como parte de la estructura  de la universidad, se ha establecido un centro de idiomas. Especialmente con la idea de que se enseñe inglés, no solo como lengua extranjera, sino inglés como un idioma profesional. Por ejemplo, el lenguaje del comercio internacional se habla principalmente en inglés. También está el tema de quien quiera venir de la zona, o de fuera de la zona. Hay muchos estudiantes que hacen cursos de verano de inglés. Eso se está estudiando para hacerlo aquí. También está el tema de ofrecer cursos de español. Evidentemente no tanto para nuestros vecinos de aquí al lado, sino para la gente de fuera que quiera aprender español y para la población local que quiera hacer cursos de español porque lo quieran hacer o porque han venido del extranjero y no hablan español, y como tenemos la proximidad con España pues quieren aprender español. Es algo que se está haciendo. También en Gibraltar se  va a empezar a enseñar español a niños a partir de los 4 años. Es raro que se haga en la universidad a estas edades. Lo estamos haciendo desde el departamento de Educación, en colegios, se llama el Gibraltar College. A partir de este año se va a establecer, y en poco tiempo se van a hacer los anuncios. Se quieren hacer cursos durante el verano, y a partir de septiembre hacer unos cursos de español, primero para niños de entre 5 y 12 años, y luego entre 12  y 16 años, y luego para adultos. Se va a hacer varios cursos de lo que se solía hacer en el Instituto Cervantes. Ese hueco que ha quedado, lo vamos a cubrir en el Gibraltar College, mediante el departamento de Educación de Gibraltar.

¿Es una novedad tras la desaparición del Cervantes?
—Sí, el Cervantes, por la parte educativa, cumplía esa función, que era una función útil, y  hemos visto que hay demanda para eso. Al desaparecer el Instituto Cervantes pues se queda ese hueco y lo que estamos tratando de hacer es rellenar ese hueco porque hay demanda y creemos que es necesario. Creemos también que es importante comentar que los que son de mi generación hemos crecido todos hablando inglés y hablando español, intercambiando una palabra aquí y otra palabra allí y es importante que la juventud ahora tenga las mismas oportunidades. Y el que no la ha tenido por cualquier razón, porque viene de fuera o porque no lo ha hablado en casa, pues que tenga esa formación de español, creo que también es importante expandir nuestra cultura . La manera en la que hablamos aquí es parte de nuestra cultura y es importante desarrollarlo.  

¿Cómo valora el cierre del Cervantes? ¿Lo ve como la pérdida de un gesto simbólico en las relaciones con España?
—El cierre del Cervantes fue una decisión política. Tampoco queremos entrar mucho en las razones políticas tenidas en cuenta para cerrarlo. El Cervantes se abrió dentro de los acuerdos del Foro Tripartito. Creemos que el Foro Tripartito fue el foro adecuado para tener las conversaciones que se tenían que tener de cualquier situación que se tuviera que hablar en ese nivel. Así que no es tanto la pérdida del Cervantes lo que nos da pena, sino que no tenemos el Foro Tripartito que existía antes, y no existe precisamente porque España ha decidido que no quiere participar. Tanto Gibraltar como el Reino Unido han dicho que ése es el foro que se estableció y el marco donde tiene que haber ese entendimiento que debería haber para hablar de cooperación, de comercio, de educación. No quiere decir que al no tener el foro ese no se pueda hablar de cooperación. Por ejemplo, en educación, hace poco estuve reunido con la concejala de Educación de la Línea, Rosa López, y hemos hablado de educación, de intercambio, de esos acuerdos puntuales que podemos hacer, pero ya en el cuadro político más amplio, el Foro Tripartito era el que cumplía ese requisito. Es una pena que no se tenga porque hay cuestiones que es bueno hablar, entenderse. Al no tener un foro donde poder hablar, se quedan un poco al margen, sin solucionar. Es importantísimo que pudiéramos reanudar las conversaciones del Foro Tripartito donde se podía hablar de cualquier cosa y se llegaban a acuerdos que beneficiaban a todo el mundo. 


¿Ha notado un cambio de tendencia por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores o de representantes españoles como el senador José Ignacio Landaluce? A nivel local ha habido reuniones con San Roque y La Línea.
—Que esté el gobierno en funciones no ha cambiado la política del Gobierno de España hacia Gibraltar. De hecho los comentarios que se escuchan del señor Margallo siguen siendo iguales que los que hacía antes. Se habla incluso de que el señor Margallo ha comentado la posibilidad del cierre de la Verja o de la frontera, de tomarse champán con el señor Landaluce. Yo no creo que vaya a pasar eso, algo tan drástico como eso, pero la actitud sigue siendo la misma. A nivel local, siempre hemos tenido relaciones, a diferentes medidas.  Cuando ha estado el PSOE en La Línea, hemos tenido muy buena relación con la alcaldesa anterior. Con San Roque también. Los contactos a nivel local son los que han habido y los que siguen habiendo, y los que tiene que haber. Especialmente cuando hay muchísimas familias de La Línea, San Roque y de Algeciras que vienen a trabajar a Gibraltar todos los días así que hay intereses comunes que se tienen que abordar y entendimientos que se tienen que establecer a nivel local.

¿Cómo encara la situación en los dos escenarios posibles del referéndum sobre la pertenencia a la UE?
—La posición del Gobierno de Gibraltar es una posición de todos los partidos políticos de Gibraltar. Estamos de acuerdo en que deberíamos seguir perteneciendo a la UE. Eso es bueno para Gibraltar. Cameron ha negociado un acuerdo con la UE y los cambiados que ha hecho son buenos para que Reino Unido se quede en la UE. En caso de “Brexit”, la UE marca que debe haber un plazo de negociaciones de cuanto menos dos años para poder salir. Así que no es que el 24 de junio vaya a pasar nada. Habría que ver la salida de qué. La UE empezó como un entendimiento entre países en cuestiones de comercio. Estamos seguros de que va a haber entendimiento como parte de esas negociaciones. Tiene que haber un entendimiento en cuestiones comerciales. Eso es lo que nos interesa a nosotros. Es la oportunidad que tenemos ahora. Por ejemplo, en los servicios financieros, de poder aportar a un mercado de 500 millones de personas. Es importante para Gibraltar que sigamos teniendo acceso a ese mercado de 500 millones de personas. Con libertad de servicios y de movimiento de trabajadores. Eso puede formar parte de un acuerdo aunque se decida salir de la UE. Como gobierno, hemos dicho al gobierno  inglés, que si se vota ‘no’ a seguir en la UE,  que en el proceso de negociación se tenga en cuenta los intereses de Gibraltar  en ese proceso. Son intereses  más bien comerciales, de movimiento, de fluidez, cómo cambiaría la situación en la frontera.  En términos de fluidez hemos tenido problemas últimamente. Ha tenido que acudir la UE con estudios, con investigaciones, con informes, donde se le ha exigido a España que tiene que haber una fluidez razonable. Tampoco esperamos que exista una frontera y no haya controles. No estamos nosotros dentro de la frontera Schengen, así que aceptamos que tiene que haber ciertos controles necesarios. La fluidez y esos controles tienen que ser razonables. Esperamos que,   aunque se saliera el Reino Unido de la UE, se pueda seguir con el entendimiento y con una fluidez que sea razonable, aunque tenemos que aceptar que ciertos controles tiene que haber. Hay ciertas industrias y sectores en los que nos beneficiamos bastante por pertenecer a la Unión Europea. Por eso, estamos unidos en Gibraltar, en especial políticamente, en seguir dentro de la UE, aunque tenemos las mismas obligaciones que cualquier otro país, las mismas leyes comunitarias que se aplican en otros países, excepto algunas cosas que se han derogado. Aunque tenemos esas obligaciones, pensamos que el balance es positivo de estar dentro de la UE.  Tenemos muy buena relación con el gobierno inglés.

¿Hay algún modelo de país dentro de Europa no miembro  que tenga un acuerdo comercial con la UE y que tengáis de referencia en caso de ‘Brexit’?
—Es precisamente eso. Se puede estar fuera de un acuerdo político y estar dentro de un acuerdo comercial. Todo empezó  en la UE por temas comerciales y de negocios entre países para facilitar esos negocios y facilitar el movimiento de trabajadores, precisamente por eso, para facilitar los negocios. Le conviene tanto al Reino Unido como al resto de Europa mantener ese tipo de relación en temas comerciales. Esperamos que precisamente la negociación resulte en un acuerdo donde siga habiendo un entendimiento a nivel comercial, aunque en temas políticos ya Bruselas y la Comisión no fueran a tener tanta influencia en materia legislativa y todas las obligaciones que tenemos. Todo eso necesariamente  tiene que cambiar, pero por la parte comercial, esperamos que eso cambie poco o nada porque ambas partes reconozcan q ue les conviene mutuamente seguir con ese entendimiento.

Hace poco entró en vigor en Gibraltar una ley que facilita la incautación de bienes en relación con actividades ilícitas de carácter criminal. ¿Es un paso importante? Desde España se ha pedido perseguir más cierto tipo de actividades. ¿Cómo se va a aplicar para intentar así limitar este tipo de delitos?
—Es un paso importante que hemos tomado pero hay que entender que existían ya esos mecanismos. Lo que hemos adoptado es una herramienta más para las autoridades. Existía ya un régimen, y han existido entendimientos y acuerdos tanto bilaterales, que tenemos con muchos países, como europeos y multinacionales, para intercambio de información y cooperación en temas jurídicos y penales. También para recuperar bienes que proceden de actos criminales  y que se encuentran en otros países. Esos acuerdos existen y han existido tanto con España como con otros países. Lo que esta ley hace adicionalmente es eliminar el requisito de que se tiene que condenar a alguien por crimen antes de poder requisar los bienes.  Por otro lado, no es muy común que se descubra en Gibraltar que hay bienes que procedan de la criminalidad de otros países. En Gibraltar tenemos leyes muy estrictas sobre temas bancarios, y es lo que se tiene que hacer. Es muy raro que se encuentre aquí dinero de una cuenta que proceda de actividad criminal. Pero pensamos que era importante poner esta ley en vigor por si hiciera falta. Ya se tenía esto en el Reino Unido. No es por necesidad ni porque nos estuvieran pidiendo que se hiciera, era algo para completar el marco jurídico dentro no sólo de la cooperación internacional, sino nacionalmente.

¿Cómo valora la cooperación en intercambio de información de Gibraltar con España? En cuanto a noticias sobre la corrupción a altos niveles en España se ha apuntado a Gibraltar.
—La cooperación que hay es la que tiene  que haber y la que es necesaria, dentro de los acuerdos de cooperación que hay en temas fiscales por ejemplo. Hemos ofrecido a España durante muchos años firmar un acuerdo bilateral para el intercambio de información en temas fiscales para que, nosotros, por ejemplo, en muy  rara ocasión, tuviéramos que pedirle a España información sobre algún presidente de Gibraltar que tenga bienes en España o temas fiscales en España, pero España por este tipo de casos, se tiene que decir que de los muchísimos casos de corrupción de políticos  de que se ha hablado en España en general , en muy rara ocasión se ha señalado a Gibraltar. Lo normal es que no se señale a Gibraltar como centro donde viene a parar ese dinero. No teníamos esos acuerdos bilaterales con España porque España ha rechazado firmarlos aunque los habíamos firmado con muchísimos países. Hemos firmados acuerdos como éstos con Polonia, con Malta, con Sudáfrica. El primero fue con Estados Unidos. Se ha tenido que esperar a un marco de la UE, donde sí se ha podido beneficiar España de que Gibraltar y España sean parte de la UE, del sistema de cooperación, y de intercambio de información en materia fiscal. España ha podido realizar varias peticiones cuando se han cumplido con los requisitos legales, cuando las peticiones no han cumplido con los requisitos legales no se ha podido hacer. Normalmente esto viene de los jueces, no viene de cuestiones políticas, viene de tribunales, de los jueces,cuando  a ellos les interesa saber cierta información  u obtener cierta información de Gibraltar. Creo que  ahora se tiene bastante entendimiento con los jueces , que saben qué es lo que tienen que escribir  y cómo lo tienen que escribir. Es algo normal que hace España, no solo con Gibraltar sino con otros países. Esos acuerdos existen, se están llevando a cabo y se están cumpliendo desde luego por parte de Gibraltar.  Recibimos también peticiones de otros países, no solo de España, porque tenemos el marco europeo, los acuerdos bilaterales y el tratado multinacional de la OCDE donde tenemos entendimiento con más de cien países. Nosotros colaboramos con todas las peticiones que nos hacen.

¿Ha notado un aumento de peticiones por parte de España en los últimos años?
Bueno, un aumento a partir de que entró en vigor el sistema europeo sobre el intercambio de información, porque antes se hacía solo bajo los acuerdos bilaterales, y no teníamos acuerdo bilateral con España. A raíz de que entró en vigor sí tuvimos.
 

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