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Miércoles 08/05/2024  

Andalucía

"La crisis no nos ha abandonado", alerta el Defensor del Pueblo Andaluz

Cuyo informe señala que en 2015 fueron 28.777 personas las que acudieron a esta oficina, además de 22 colectivos y entidades que han trabajado con ella en denuncias o en actuaciones de protección de derechos

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  • Maetzu. -

El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, ha alertado de que "la crisis no nos ha abandonado" al presentar en el Parlamento de Andalucía su informe anual, en el cual el 60 por ciento de todas las reclamaciones ciudadanas están relacionadas con el estado del bienestar.

La mejora de los datos económicos no se ha trasladado, en el caso de Andalucía, a las capas medias y bajas de la sociedad, según ha concluido Maeztu, quien en conferencia de prensa ha asegurado que "los indicadores de pobreza y exclusión social alertan del deterioro" que permanece enquistado en la región, al ofrecer unos datos que, según su propia interpretación, "no constatan que la crisis haya acabado".

"Son los colectivos más vulnerables los más afectados, en especial los menores, los mayores y las mujeres", según el Defensor, cuyo informe señala que en 2015 fueron 28.777 personas las que acudieron a esta oficina, además de 22 colectivos y entidades que han trabajado con ella en denuncias o en actuaciones de protección de derechos.

Esto ha supuesto la tramitación de 18.923 actuaciones, de las que 9.082 fueron quejas, 9.343 consultas y 498 actuaciones de promoción de derechos sociales.

De las algo más de seis mil quejas admitidas a trámite en 2015 se concluyó la tramitación de 3.676 y, de ellas, se detectó irregularidad por parte de la Administración en 2.093 casos, de los que se han solucionado o están en vías de ser solucionados el 94 por ciento.

A los expedientes relacionados con el Estado del Bienestar, con el 60 por ciento del total, le siguen los relacionados con "la sostenibilidad" de las ciudades y el territorio, un 14 por ciento; con la justicia, prisiones y extranjería, un 12 por ciento; con administraciones locales y tributarias, un 9 por ciento; y con consumo y "servicios de interés general" un 5 por ciento.

De "significativo" califica el informe del Defensor el número de quejas presentado por el personal del sector público, 1.270, relacionadas con bayas y su reposición, precariedad y temporalidad laboral, seguidas por las quejas y consultas relacionadas con el salario social, 1.013, Vivienda, 441, y Dependencia, 200

Las relacionadas con el sistema sanitario han sido 300 quejas y relacionadas con cuestiones medioambientales 304, mientras que por multas de tráfico y cuestiones tributarias han superado las 300.

Por "colapso y funcionamiento de los juzgados" se han registrado 244 reclamaciones, y Maeztu ha asegurado que ya se están dando citaciones judiciales para 2020 y que de los 33 nuevos órganos que son "inaplazables" según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) sólo están aprobados 13.

El informe efectúa "propuestas urgentes para garantizas en la media de lo posible un estado del bienestar y los derechos sociales" y Maeztu ha asegurado que ni él ni nadie de su equipo se resigna a que los derechos retrocedan y rechazan esa sensación de conformidad con el retroceso que, en efecto, han experimentado tanto salarios como derechos.

Entre las propuestas del Defensor está una ampliación del crédito necesario para absorber la demanda existente y resolver las solicitudes pendientes para acceder al salario social, mientras no se apruebe la ley andaluza de la renta básica.

También el "reconocimiento explícito del derecho humano al agua" para que se prevea un mínimo de suministro del que no se vea privado ninguna familia aunque no pueda pagarlo, mientras que para el suministro eléctrico ha propuesto un protocolo de actuación entre las eléctricas y los ayuntamientos que evite los cortes por causas económicas.

Para afrontar el desempleo, el Defensor ha pedido un proceso de evaluación que determine el grado de eficacia de los programas de políticas activas de empleo -sobre todo en favor de los parados de larga duración y de los jóvenes desempleados-.

En materia de vivienda ha propuesto que las casas que gozan de algún tipo de protección y estén desocupadas se destinen a alquiler social y que además estas viviendas se adjudiquen por baremos sociales en vez de por sorteo.

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