El exjugador de fútbol americano Will Smith murió en Nueva Orleans tras recibir disparos con un arma de fuego durante un altercado que sostuvo con otro conductor la noche del sábado, informó la Policía local.
El exala defensiva del equipo New Orleans Saints falleció a los 34 años, a consecuencia de "múltiples heridas de bala", tal como señaló en un comunicado el juez de instrucción de Nueva Orleans, Jeffrey Rouse.
La policía de la ciudad informó de que el autor de los disparos, Cardell Hayes, ingresó esta mañana en una prisión local y se enfrenta a cargos por asesinato en segundo grado.
El incidente ocurrió cerca de la medianoche del sábado en la zona Lower Garden District, cuando el coche en que viajaba Smith fue colisionado de manera violenta por la camioneta todoterreno que conducía Hayes, de 28 años y con antecedentes penales por posesión ilegal de armas y drogas.
Las autoridades señalaron que el choque provocó una discusión entre Smith y Hayes, en medio de la cual éste sacó un arma y disparó en repetidas ocasiones con el exjugador y su esposa, Racquel Smith, quien resultó herida en la pierna y debió ser trasladada a un hospital.
La muerte del jugador, quien lideró a los New Orleans Saints a la consecución de la única Superbowl, el 7 de febrero de 2010, que tiene el equipo, ha generado múltiples mensajes de parte de excompañeros y directivos de la Liga Profesional de Fútbol americano (NFL).
En un comunicado conjunto, los propietarios del equipo New Orleans Saints, Tom y Gayle Benson, lamentaron la "inimaginable pérdida" y destacaron que Smith fue "una inspiración para muchos".
"Estamos devastados y apenados por la trágica y evitable muerte de Will a causa de un acto insensato que dejará una perdurable cicatriz en nuestra comunidad para siempre", señaló la pareja.
"Está es una trágica pérdida. Nuestros pensamientos están con la esposa de Will, Racquel, y sus tres hijos", manifestó por su parte el comisionado de la NFL, Roger Goodell.
Sean Payton, actual entrenador de su exequipo, calificó la muerte de Smith de "sin sentido", al igual que muchos jugadores del equipo y hasta de otros deportistas como el jugador de baloncesto LeBron James.
A las muestras de solidaridad con la familia se ha sumado el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, quien reconoció estar en "shock" y "entristecido" por la muerte del excapitán del equipo de la ciudad.
"Estos actos de violencia sin sentido deben parar. Los accidentes de tráfico no deben llevar a que uno pierda la vida", agregó Landrieu.
La familia ha emitido una nota en la que agradece el "flujo de mensajes de apoyo y oraciones", y solicitó respeto a sus deseos de privacidad en un momento en que guardan luto por un "devoto esposo, padre y amigo".
Nacido en Nueva York, tras estudiar en la Universidad Estatal de Ohio, en donde jugo para el equipo de la universidad, Smith fichó por New Orleans Saints en 2004 y se mantuvo con ellos hasta la temporada del año 2012.
Ese año estuvo implicado en un programa ilegal de recompensas que le mereció una suspensión de cuatro fechas tras un fallo dictaminado por la NFL, aunque una posterior apelación que hizo invalidó la prohibición de pisar el césped de juego.
Retirado del deporte, el excapitán se estableció en Nueva Orleans junto a su esposa y tres hijos, desde donde mantuvo su labor solidaria por medio de una fundación que trabaja a favor de los desfavorecidos.