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Un familiar del Marqués de Iznate reclama la Abadía del Císter al Obispado de Málaga

Es un descendiente directo del Marqués de Iznate, quien en el año 1878 donó estos terrenos al obispo de Málaga para construir un monasterio y un templo. Ahora, un familiar directo reclama esta propiedad porque, asegura, que el Obispado ha incumplido este acuerdo y estudia acciones legales.

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  • Antonio de Campos Osorio

Antonio de Campos Osorio representa a sus cinco hermanos. Afirma con rotundidad que son los herederos de la propiedad del Convento del Cister, la morada de las monjas de la Abadía de Santa Ana en los últimos cuatro siglos, y la cual reclaman desde el año 2010 al Obispado de Málaga por “incumplimiento del contrato”.

Hace siete años abandonaron las dependencias estas religiosas de oración y clausura ante la falta de vocaciones y se trasladaron al monasterio cisterciense de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja).
Éste ha sido el principal motivo que ha llevado a este descendiente del primer Marqués de Iznate a reclamar la propiedad de esta abadía del centro histórico de la capital, que desde el año 2014 alberga las imágenes de Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad.

De Campos Osorio asegura a este periódico que su bisabuelo directo, Antonio de Campos Garín, adquirió el convento en el año 1873, en tiempos de la Desamortización de Mendizábal, para después donarlo el 17 de agosto de 1878, a objeto de que las monjas pudieran desarrollar su actividad monacal.

Según expresa De Campos Osorio, en “esa escritura pública, mi bisabuelo incluyó una cláusula que expresaba su deseo de que la abadía estuviese ocupada por la comunidad de religiosas del Císter y tuviese un uso religioso. Ahora, el convento está cerrado y la capilla sólo celebra “algunas misas”. 
Por ello, este descendiente del Marqués de Iznate afirma que se “ha incumplido el acuerdo” y la propiedad “debe volver a manos de sus herederos”.

Así, De Campos Osorio contó que se ha puesto en contacto con el Obispado, pero “no ha llegado a acuerdos”. “Dicen que la propiedad es de ellos”, agrega. Este vecino de Iznate explica que espera conseguir los 3.000 euros que necesita para que su abogado ponga en marcha una querella contra el Obispado y así recibir lo reclamado, que a su juicio está valorado en un millón de euros.

Mientras tanto, el Obispado de Málaga salió al paso de estas declaraciones en un comunicado, que señalaba que el convento del Cister es “utilizado para actividades diocesanas” y la abadía está abierta al culto. Por otro lado, recalcaban que “nunca han puesto en venta” el convento “ni tienen intención de hacerlo” y que siempre “ha velado por cumplir el deseo que fundamentó la donación”.

La Diócesis de Málaga recordó que en el año 1878 Antonio Campos Garín dona al obispo de Málaga los terrenos donde se asienta el convento del Císter para construir en ellos un templo y monasterio para uso y habitación de la comunidad del Císter. En los documentos de cesión, se recoge que “en caso de cierre de la comunidad, queda en manos del obispo de la diócesis darle a estos terrenos y lo que en ellos se construya el destino piadoso que tenga por bien designar”.

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