El Ayuntamiento de Málaga parece haber echado mano del cajón de viejas ideas en un intento desesperado de tumbar el proyecto de prolongación del metro en superficie al Hospital Civil, tras cuestionar que lo planteado por la Junta de Andalucía no se adecua al planeamiento urbanístico vigente. El equipo de Gobierno popular rescata ahora la idea de metrobús que ya planteó en 2013 poniendo sobre la mesa dos líneas de autobuses BRT -de tránsito rápido y con preferencia semafórica- para conectar con la zona norte de la ciudad, ampliando hasta el Centro Comercial La Rosaleda y, como novedad, ahora el regidor popular, Francisco de la Torre, pone sobre la mesa un segundo ramal hacia el Parque Tecnológico de Andalucía.
Una primera fase, según explicaron, podría entrar en funcionamiento “de inmediato”, mediante una lanzadera con los actubuses actuales de la EMT, estando en pruebas durante el verano. Un menor coste de puesta en marcha, 5,1 millones de euros en el ramal hacia el Hospital Civil -lejos de los 41 millones previstos para el tranvía, la aceptación vecinal, apenas se eliminarían aparcamientos, o la falta de afectación a las líneas actuales de la EMT se presentaron este miércoles por el Consistorio como las principales bazas de la propuesta municipal.
El equipo de Gobierno popular puso sobre la mesa que contaría con una frecuencia de seis minutos y según sus cálculos, el coste de la explotación al año supondría 1,4 millones de euros para la línea hacia la Rosaleda y 1,3 millones para la del PTA. En la iniciativa, la Junta acometería la obra, la EMT pondría los vehículos y el personal, detrayendo el coste de la aportación municipal al coste de explotación. “Aporta ganancias al metro y tranquilidad a la concesionaria, al Banco Europeo de Inversiones y a la ciudad. Es una alternativa más económica, legalmente compatible con el planteamiento y sin problema por parte de los vecinos”, defendió ayer el regidor, Francisco de la Torre.