Andalucía es en sí misma una experiencia única y posee tal multitud de posibilidades que a veces resulta difícil destacar alguna de ellas. Pero la primavera supone uno de los momentos más recomendables para conocer esa infinidad de destinos que tiene la región y, al margen de la multitud de fiestas y tradiciones que la salpican, queremos ofrecerles esas experiencias que nunca podrá olvidar.
Con las temperaturas tan benévolas que nos ofrece esta época del año, las sierras, en plena explosión primaveral, son uno de los principales atractivos que puede encontrar en Andalucía. Entre todas las que existen en la región, hemos escogido la Sierra de las Nieves, en la provincia de Málaga, declarada Reserva de la Biosfera y un paraíso para los amantes de la naturaleza, cuya diversidad biológica te hará alucinar, con impresionantes bosques de pinsapo y las poblaciones de cabra montés más numerosas de Andalucía.
Los miradores naturales muestran al visitante la magnitud de un paisaje sorprendente, cargado de pueblecitos blancos por descubrir, actividades gastronómicas, senderismo y muchos lugares en los que perderse. En Casarabonela puede disfrutar de las rarezas del Jardín Botánico de Cactus Mora i Bravard, que cuenta con 2.500 especies, o sentir la experiencia única que supone ponerse un traje de apicultor y pasear entre panales de abejas en Apiflora.
Otro de los placeres que no debe perderse en estas fechas es visitar nuestras costas antes de que lleguen las altas temperaturas. Tiene mil kilómetros para elegir pero le recomendamos que elija esos pequeños paraísos que ofrecen pueblos blancos y marineros como Nerja, rodeada de playas de arena fina, aguas turquesas de azul transparente y maravillosos miradores color blanco.
Nerja seduce por sus calles de fachadas encaladas, por la cercanía de sus tiendas de artesanía, por su exquisita gastronomía -en especial la procedente del mar- y por su brisa marina, esa que nos envuelve a lo largo y ancho de la localidad. Pero si algo tiene especial atractivo en Nerja son sus pequeñas calas, el sonido de las olas del Mediterráneo rompiendo en las rocas y sus tesoros interiores. Nunca hay que perderse la visita a las Cuevas de Nerja, y sus tesoros exteriores, mirar el mar y disfrutar del atardecer desde su impresionante Balcón de Europa.
De la costa al interior
Otra de las propuestas interesantes pasa por acercarse a una de las ciudades medias monumentales más hermosas de Andalucía, como es Écija, una ciudad marcada por sus siete torres y plagada de conventos, casas palaciegas y edificios que son un museo al aire libre.
Existen siete rutas para conocer la ciudad, todas temáticas y para todos los gustos, desde gastronomía a historia, de leyendas a paseos a caballo hasta deportes de aventuras.
La primera de ellas, la de los poemas, recorre las plazas, calles y rincones de Écija que inspiraron a numerosos artistas literarios. La segunda es la medieval, renacentista y neoclásica, recorriendo los vestigios de las diferentes épocas que se conservan de la ciudad partiendo desde la época romana, cuyos restos demuestran la importancia de la Bética en el siglo III. Otra de las propuestas monumentales es la ruta de los palacios, vestigios de una nobleza de gran importancia que se refleja en el palacio de los marqueses de Benamejí, de los Santaella y de los Palma.
Más activas son la ruta “Ciudad del caballo”, conociendo la ciudad a lomos de la yeguada astigitana; la teatralizada “Astigi renace”, que rememora la Écija romana en todo su esplendor; la gastronómica, sin duda la más recomendable para degustar los sabores tradicionales; o la ruta de las leyendas, que desvela historias mágicas, leyendas, romances y curiosidades con mucho misterio. La última ruta es la más activa, la que ofrece ir en kayak y rafting por el Genil, una de las más recomendables para quien quiera vivir una jornada de adrenalina.
Y aunque no es la primera vez que lo recomendamos, no es malo recordarlo: ver Andalucía desde un globo. Existen varias empresas en Andalucía de turismo activo que ofrecen la posibilidad de sentir esta fascinante experiencia en la que dejarse llevar por el aire, sentir que el viento es el único patrón y disfrutar de unos paisajes tan únicos como diversos, recorriendo extensos cultivos, bordear la costa o disfrutar del patrimonio a miles de metros de altura resultan una experiencia casi adictiva.
Uno de los atractivos de viajar en globo es que cada experiencia es diferente, porque, sin timón que pueda decidir destino, es el viento el que dirige el viaje, recorriendo siempre paisajes y zonas nuevas, lo que lo hace aún más fascinante. Pero ese “dejarse llevar” también tiene mucho que ver con el paisaje: disfrutar desde el cielo de Ronda, de Sevilla, de Guadix, de la Alhambra o de ese mar que se intercala entre las calas es una experiencia inigualable.
Y la sensación del viento, la libertad y la tranquilidad se complementan con la sensación de ir flotando, aunque se puedan alcanzar velocidades de 40 ó 50 kilómetros por hora que ni se sienten en la canastilla del globo.
El Corpus Christi, una tradición muy arraigada
Son muchas las localidades que celebran el Corpus Christi en Andalucía, en la mayoría de ellos el domingo 29 de mayo, con gran colorido y esplendor, aunque dos ciudades guardan celosamente su tradición y mantienen la celebración oficial en uno de los tres jueves que “relucen más que el sol”, como son Sevilla y Granada.
En Sevilla la celebración está muy arraigada; se considera uno de los días grandes del año en la ciudad, este año el 26 de mayo. Su origen se remonta a la edad media, cuando se producían herejías eucarísticas y para contrarrestar dicho movimiento el Papa Urbano instituyó en 1264 la Fiesta del Cuerpo de Dios, confirmada en el año 1311 por el Papa Clemente V, que además introduce la obligación de pasear la Sagrada Forma en una procesión.
En este día, los sevillanos adornan las calles del centro, los balcones y los escaparates de los comercios. Además, se colocan altares por aquellas vías por las que discurrirá la procesión con su Custodia y las calles por donde pasa el Santísimo se llenan de ramas de romero.
El Corpus Christi sevillano comienza con una misa celebrada en la Catedral y la procesión inicia su salida por la puerta de San Miguel. Los ‘Seises’, un grupo de baile que tiene sus orígenes en el siglo XV y formado por niños de corta edad, acompañan a la Custodia y bailan vestidos de rojo y cubiertos por sombrero.
Las campanas de la Giralda repican con distintos toques durante todo el recorrido de la procesión, compuesta por distintos pasos, custodias, instituciones religiosas, hermandades, civiles y militares.
La misma tradición preside la celebración del Corpus en Granada, más aún cuando fue creada por los Reyes Católicos tras la reconquista de la ciudad. La precede la feria, que comienza el lunes anterior al Corpus y finaliza el domingo siguiente.
Toda Granada se traslada a un recinto a las afueras de la ciudad con casetas y atracciones de todo tipo, lugar para beber, comer, bailar y pasar un buen rato entre gente divertida.
En la víspera del día grande desfila La Tarasca, dirigida a los niños y jóvenes y representada por la figura de un maniquí de mujer, que luce la moda del próximo verano montada a lomos de un legendario dragón y escoltada por “gigantes y cabezudos”.
La Procesión del Corpus Cristo sale el jueves desde la Catedral de Granada tras una misa y todo el recorrido se hace bajo unos toldos y sobre una alfombra de hierba, romero y otras especies.
Además, en la Plaza Bib-Rambla se pueden visitar a las “Carocas”, en las que se satirizan en dibujos y quintillas los principales acontecimientos del año. En el recinto ferial, la animación no decae en ningún momento, con desfiles de caballos y carrozas por las mañanas, atracciones de feria por las tardes y ambiente festivo en las casetas por las noches.
