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Almería

Tres años de cárcel por perseguir con una motosierra a un abogado

Por un delito de homicidio en grado de tentativa después de que se persiguiera al abogado que representó a su exmujer durante su proceso de divorcio

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La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a tres años de prisión a S.G.G., de 53 años, por un delito de homicidio en grado de tentativa después de que se persiguiera al abogado que representó a su exmujer durante su proceso de divorcio con una motosierra en marcha en un almacén hortofrutícola en Matagorda, en El Ejido (Almería).

La sentencia, consultada por Europa Press, considera probado que el acusado irrumpió en la alhóndiga y se dirigió hacia la víctima diciéndole "te voy a matar", al tiempo que "aumentó" la potencia del aparato "abalanzándose" sobre la misma "con el evidente ánimo de acabar con su vida, sin llegar a conseguirlo" debido a que ésta "echó a correr".

El juez señala que el acusado, para el que el fiscalía solicitaba ocho años de prisión, tenía sus facultades cognitivas y volitivas "afectadas de forma importante, pero no anuladas", según se desprende de los informes elaborados por los médicos forenses que testificaron en sala, que señalan que el hombre sufría "un trastorno mental transitorio" con un "estado de plena inconsciencia con una visión torcida y equivocada de la realidad".

Pese a esto, el magistrado Jesús Martínez Abad considera que el perjudicado "evitó su fatal desenlace dándose a la fuga corriendo", según corroboran además las grabaciones en las que se ve al condenado entrando con la máquina arrancada en el almacén, lo que se deriva "un indubitado animo necandi", esto es, su intención de matar a la víctima.

Incide así en la "peligrosidad del medio de agresión empleado, una motosierra, en la que todos los testigos coinciden estaba arrancada y en funcionamiento" y en que los mismos oyeron al acusado acelerar el aparato antes de salir corriendo en un intento de ataque, en el que subió la máquina "a la altura de la cabeza". "El medio empleado es de gran capacidad lesiva y de haber alcanzado al perjudicado, sin duda hubiera acabado con la vida de este", explica el juez.

En esta línea, recalca el carácter "claro, coherente y tajante" de la víctima en su declaración, en la que especificó que tuvo que "tirar cajas" de pepinos para "frenar a su agresor", lo que fue corroborado por los demás testigos, quienes vieron al acusado entrar con la máquina arrancada y correr tras el perjudicado.

Además de la pena privativa de libertad, el juez también impone el cumplimiento posterior --una vez en libertad-- una condena de cinco años de libertad vigilada con la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros y la obligación de someterse a seguimiento y tratamiento médico periódico.

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