La Policía Nacional confirmaba ayer que la primera denuncia fue interpuesta el 7 de noviembre de 2008, a pesar de que sus familiares y amigos declararon ante los medios que las “palizas” comenzaron hace un mes y medio.
La víctima mortal, Josefa Morente, de 40 años, denunció por segunda vez a su agresor el 7 de junio de este año por malos tratos y quebrantamiento de condena, ya que, según las fuentes, vulneró una orden de alejamiento, por lo que fue detenido y puesto a disposición judicial.
El comunicado indica que el 091 recibió una llamada a las 01:36 horas del día 18 (nueve horas antes del fuego) en la que se le comunicaba que un hombre estaba rompiendo los cristales de la vivienda que posteriormente se incendió.
Tras la llamada, dos dotaciones policiales se dirigieron al lugar, pero el individuo “ya no se encontraba por las inmediaciones” y no fue localizado en las batidas realizadas por los funcionarios.
Según la Policía Nacional, sus agentes instaron a Morente a que se personara en la comisaría a la “mayor brevedad”para formular la denuncia correspondiente, “sin que llegara a hacerlo”.
Las fuentes policiales han insistido en que la fallecida “no colaboró” con la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección, que, entre otras funciones, presta servicios a las víctimas de violencia de género.
Graves pero estables
En el incendio también resultaron heridas muy graves dos de las tres hijas de la víctima. Sufrieron graves quemaduras en el incendio presuntamente provocado por la ex pareja de su madre en la jornada del pasado jueves y continúan ingresadas en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Su estado continúa siendo muy grave aunque estable.
La joven de 19 años se encuentra ingresada en la UCI de traumatología, mientras que la pequeña de dos años y medio se encuentra en la UCI pediátrica. Ambas tienen graves quemaduras en el cuerpo, la mayor en el 42 % y la pequeña en el 20%.
El detenido ingresó el pasado sábado en prisión después de prestar declaración en los juzgados de La Línea.
