Hasta 100 zambombas celebra Jerez en el que está siendo el último fin de semana fuerte antes de la Nochebuena de la mano de peñas flamencas, hermandades, asociaciones de vecinos y negocios de restauración. Pero sigan haciendo cuentas, si a estas cifras le sumamos las que se montan de forma espontánea en cualquier rincón de la ciudad, se desata la locura. Una locura que ayer sábado volvió a ofrecer su cara más amable y multitudinaria en la que lleva años demostrando con creces que es la capital mundial de las zambombas, una designación que no existe como la de BIC pero que de crearse tendría que quedarse aquí de forma honorífica. Para hoy todavía quedan algunas, pero el grueso de ellas se disfrutaron ayer.
Había donde elegir pero no por eso daba la sensación de que el ambiente estuviera disperso. Todo lo contrario. Había visitantes y autóctonos por doquier: en la peña flamenca Buena Gente, en el entorno de Santiago, ya que también era el turno de la peña flamenca Antonio Chacón o en plena calle, como ocurrió en Bizcocheros, donde se celebró desde el mediodía la zambomba de la Hermandad del Loreto y, en definitiva, en cualquier barrio. El frío no fue ningún obstáculo, al contrario, vino bien para que las tradicionales candelas que el año pasado casi llegaron a sobrar por las altas temperaturas completaran la estampa. Y es que no hay nada mejor que cantar y bailar con una copa de jerez para entrar en calor.
Un sábado más, las plazas Platero y Asunción volvían a convertirse en epicentro del ambiente navideño jerezano. Estaban literalmente abarrotadas y en mayor medida incluso que la pasada semana, lo cual ya resultaba complicado de por sí porque casi no cabía ni un alfiler más. Pero esto no acaba aquí. Hay que echar el resto de aquí al 24, otro día grande en Jerez.
