El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy que su fiscal general, Jeff Sessions, podría haber sido más preciso en sus respuestas sobre Rusia en el Senado, pero fue sin intención y "no hizo nada malo".
"Jeff Sessions es un hombre honesto. No hizo nada malo. Podría haber respondido de forma más precisa, pero claramente no fue intencional", dijo el presidente en una cadena de mensajes en su cuenta de Twitter.
Sessions, entonces senador y asesor de la campaña electoral de Trump, se reunió dos veces con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak, en los meses previos a los comicios y en plena tormenta por la supuesta injerencia rusa en los mismos.
Durante su confirmación en el Senado y al ser preguntado por eventuales contactos con el Kremlin, Sessions ocultó esos encuentros al considerar, alega ahora, que fueron en su condición de senador y no como asesor de la campaña de Trump.
Sin embargo, el fiscal general optó hoy por inhibirse de la investigación que su departamento, el de Justicia, lidera junto al FBI, agencia que también está bajo su supervisión, sobre esa supuesta injerencia de Rusia en los comicios y los nexos entre la campaña de Trump y el Kremlin.
Para Trump, toda la polémica en torno a Sessions responde a una narrativa demócrata "para salvar la cara por perder unas elecciones que todo el mundo pensaba que supuestamente debían ganar".
"Los demócratas se están excediendo. Perdieron las elecciones y ahora han perdido su contacto con la realidad", dijo Trump.
El presidente de Estados Unidos, además, puso el foco no en los contactos de Sessions con Kislyak, sino en la filtración que permitió al diario The Washington Post publicar este miércoles esa información y dijo que se trata de una "caza de brujas" contra su Gobierno.