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Viernes 05/07/2024  

Jaén

Paso al ganado trashumante

El Puente Mocho, romano y medieval y declarado BIC, se restaura y vuelve a ser zona de paso de la ganadería de la Sierra de Segura hacia Sierra Morena

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  • Paso de ganado tras la inauguración -
ganado trashumante vuelve a pasar por el Puente Mocho para sortear las aguas del río Guadalimar. Este puente, con dos tramos, uno romano y otro medieval, ubicado entre los municipios de Beas de Segura y Chiclana de Segura, ha sido a lo largo de la historia paso obligado de la ganadería trashumante de la Sierra de Segura que en invierno busca lugares más cálidos en Sierra Morena. Sin embargo, su estado de deterioro había puesto en peligro la estructura del Puente, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y que, por ejemplo, fue lugar de paso de Santa Teresa de Jesús en su camino para la fundación del convento de San José de Beas de Segura Fue el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal, el encargado de inaugurar el pasado viernes la restauración del Puente Mocho, una actuación en la que se han invertido 326.000 euros financiados con fondos Feader. Los trabajos han consistido en asegurar la estabilidad de las cimentaciones y consolidar la estructura de las bóvedas y demás elementos de soporte, procediendo a la reposición y mejora de piezas de sillería. También se ha incidido en la mejora del comportamiento hidrológico del río Guadalimar en las inmediaciones de la infraestructura y la desviación del cauce. Asimismo, se ha restaurado la vegetación de las zonas aledañas. “Se trata de una medida de conservación del patrimonio natural y del paisaje rural y forestal con gran relevancia cultural y etnográfica para el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas”, señaló el consejero, tras subrayar igualmente que se ha recuperado un paso clave para el ganado trashumante, que atraviesa este espacio protegido para llegar a los pastos de Sierra Morena. Este proyecto, que contaba con un plazo de ejecución de diez meses, se ha realizado finalmente en seis y se ha llevado a cabo a través de una encomienda con la Agencia de Medio Ambiente y Agua. El puente está formado por dos tramos, uno romano y otro medieval. EL primero sería del siglo I y II, y el segundo, cinco o seis siglos posterior en el mejor de los casos. Los expertos aseguran que, en la antiguedad, el acceso a la calzada se haría a través de un puente de madera ubicado en una zona angosta. Además, el puente estaría también sobre un antiguo molino sobre el Guadalimar. Escolares de los municipios de Beas de Segura y de Chiclana de Segura participaron en la jornada de inauguración de este emblemático Puente, que separa las comarcas de la Sierra de Segura y El Condado y que ha vuelto a reabrirse y a ser paso del ganado trashumante.

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