Un grupo de 17 presos del Centro Penitenciario de Huelva, disfrutan desde primera hora de hoy de dos días de libertad para participar en la XVIII Peregrinación al Rocío, organizada por la prisión, que supone uno de sus primeros contactos con el exterior desde su ingreso en la cárcel.
Según han informado a Efe desde la organización, son 12 hombres y cinco mujeres los que este año han sido seleccionados para participar en esta iniciativa que, una edición más, cumplirá con su objetivo de contribuir a la reinserción social de los interno, una cuestión que nunca debe olvidarse de esta peregrinación religiosa.
Entre ellos, Teresa, que porta el Simpecado, una mujer que lleva seis años en prisión, los mismos, como ella misma reconoce, que lleva "luchando" por poder hacer este camino: "Quiero disfrutarlo, y cuando llegue ante la Virgen del Rocío le voy a pedir por los que se quedan dentro, que son muchos, para que el año que viene puedan hacerlo".
Coincide con Ángel, un preso natural de Cuba, que también ha tenido la oportunidad de vivir este año esta experiencia, en que "supone disfrutar de la libertad, lo que más ansiamos los que estamos en reclusión".
Hasta mañana al mediodía estas personas recorrerán la distancia que separa el centro penitenciario de la aldea almonteña compartiendo numerosos momentos de convivencia y ansiando el más esperado, el encuentro con sus familias.
Además, como ya sucediera en años anteriores, la peregrinación tendrá un marcado carácter solidario, pues los participantes vuelven a sustituir las ofrendas florales que hacen a lo largo del camino por cestas de alimentos no perecederos que se destinarán a los más necesitados.
La comitiva ha partido sobre las 7:30 horas, coincidiendo con el amanecer, del centro penitenciario de Huelva y sobre las 8:30 han alcanzado la localidad de San Juan del Puerto.
A partir de ese momento se han sucedido las estampas típicas de una peregrinación rociera, cantes, bailes y rezos; y es que, como es habitual, este camino no difiere del que las hermandades realizarán dentro de apenas un mes y medio, salvo en que los internos cuentan con vigilancia y no se consume alcohol.
Desde San Juan han partido hacia Moguer, para hacer una parada ante el Simpecado de la Hermandad del Rocío de Moguer, como madrina de la Asociación Rociera.
Tras varios actos más se han desplazado hasta el paraje El Milanillo para almorzar y desde allí caminar hasta la zona de Villarejo, donde se ubica la casa de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Palos de la Frontera, en la que harán noche.
La llegada al Rocío se producirá mañana, jornada en la que se encontrarán con la Blanca Paloma en su Ermita, donde se celebrará por la tarde una misa de despedida de la peregrinación.