Las garantías de que las cajas negras –cruciales para esclarecer el siniestro– siguieran emitiendo señales acústicas para facilitar su localización terminaron el pasado 1 de julio.
Los expertos intentan localizar los aparatos, del tamaño de una caja de zapatos, en un área de unos 17.000 kilómetros cuadrados y más de 3.000 metros de profundidad, cuyo relieve submarino es bastante accidentado.
La Oficina de Investigación y Análisis indicó que se iniciará una “nueva fase de búsqueda con otros métodos partir del 14 de julio”.
Las autoridades francesas emplearán en esta nueva fase, que durará un mes, el buque Pourquoi pas, el submarino articulado Nautile y un robot denominado Victor, equipos que ya participaban en las labores de búsqueda.
El director general de Air France, Pierre-Henri Gourgeon, ha declarado que todavía “no se han perdido todas las esperanzas”.