Al menos 30 personas murieron en el incendio desatado el miércoles en una torre residencial en el oeste de Londres, confirmó hoy el comandante Stuart Cundy, de la Policía Metropolitana de Londres (Met).
En una comparecencia ante los medios, el alto mando policial señaló además que "en estos momentos, no hay nada que sugiera que el fuego fue provocado deliberadamente" e indicó que "tristemente" no esperan "encontrar más supervivientes".
IDENTIFICACIONES
La Policía británica admitió hoy que es posible que muchas de las víctimas mortales del incendio del miércoles en la torre residencial Grenfell, en el oeste de Londres, no puedan ser identificadas.
Las fuerzas del orden han indicado que por el momento son 17 los muertos por el fuego que devoró el edificio de 24 plantas, en el que vivían entre 400 y 600 personas, pero esperan que la cifra aumente porque algunos residentes quedaron atrapados por el fuego.
El comandante de la Policía Metropolitana de Londres (Met), Stuart Cundy, dijo que "tristemente, hay un riesgo de que no podamos identificar a todo el mundo", y agregó que espera que el número total de fallecidos no sea superior a "tres cifras".
Por tercer día consecutivo, los bomberos revisarán hoy las plantas de la torre, compuesta por 120 apartamentos, muchos de ellos de protección social, mientras aumentan las críticas sobre la seguridad en otros edificios similares en el Reino Unido.
Las autoridades son criticadas por el estado en que se encontraba el edificio después de que algunos residentes denunciasen que las alarmas de incendio no saltaron y también por el material utilizado en el revestimiento del inmueble, compuesto por polietileno, que explicaría la rapidez con que se propagaron las llamas en la madrugada del miércoles.
La primera ministra británica, Theresa May, ha dispuesto una investigación oficial sobre la tragedia a fin de llegar "al fondo" de lo ocurrido para que una tragedia así no vuelva a ocurrir.
May es también hoy criticada por los medios locales por no haber hablado ayer con los rescatados de la torre cuando visitó el barrio del norte de Kensington, donde está el edificio y donde habló con agentes de Policía y los bomberos que trabajaron para contener el fuego y rescatar a los residentes.
Por el momento se desconocen las causas del siniestro, aunque, según testigos, pudo empezar en la cuarta planta sobre las 00.15 GMT del miércoles y se propagó rápidamente.
La primera víctima ha sido identificada como el refugiado sirio Mohammed Alhajali, de 23 años, que estudiaba ingeniería civil y que estaba en la planta 14 cuando se declaró el incendio.