El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha asegurado que es una “decisión ya tomada” el acudir a la ronda de negociación de las ordenanzas fiscales de 2018 planteando una bajada del IBI del 3%, pactada con Ciudadanos para apoyar los presupuestos de este año, y ha reconocido la dificultad de que Participa e IU lo acepten, aunque se ha mostrado dispuesto a negociar “cómo compensar” esa bajada de ingresos, sin descartar abrir el debate sobre otras tasas públicas, como el agua o la basura.
Durante un desayuno informativo de Europa Press, el alcalde de Sevilla ha apuntado que el reto de esta segunda parte de su mandato es “materializar los compromisos” para que el ciudadano tenga claro que el socialista “es el proyecto político que necesitan”, y ha defendido que en estos dos años la ciudad “ha vuelto a recuperar el pulso”. “Nos queda mucho por hacer pero quien habla de ciudad parada se empeña en repetir un mantra que, además, no nos beneficia en absoluto”, ha asegurado recordando que hay 204 millones movilizados en licencias de obras y declaraciones responsables y se espera cerrar 2017 con más de 2.000 proyectos en marcha.
Tras defender que Sevilla es “la gran ciudad con menos deuda viva por habitante” y reconocer que la “austeridad” que limita la actuación de los Ayuntamientos “nos está costando la vida”, ha apuntado que “su gobierno no renuncia a invertir pero sin endeudarse”. Aquí ha enmarcado la negociación de las ordenanzas fiscales y ha adelantado que una de las decisiones “ya tomadas” es la que rebajar el IBI el 3%, tal y como se acordó con Ciudadanos. Es “palabra dada”, según Espadas, apuntando que es una rebaja “razonable aún mermando los ingresos”, pero el PSOE no acude “con once concejales, sino con catorce”, en referencia a la suma de ediles socialistas y de Cs.
En este sentido, ha reconocido la dificultad de que Participa e IU apoyen esta bajada fiscal, por lo que esperará sus propuestas para “compensar” esa bajada de ingresos, mientras que el PP “tendrá que decidir si se abstiene”. En esta línea ha asegurado que las propuestas populares que implican rebajas del 50% “no están en la senda” de cómo ha gobernado el PP y ha dudado de que la anterior delegada de Hacienda, Asunción Fley, “respaldara la propuesta que hace ahora el PP”.
Ha reconocido que para incrementar los recursos hay “determinados servicios” como la recogida de basura o el agua que tienen un “coste real por debajo” de la tasa cobrada por el Ayuntamiento, aclarando posteriormente a Viva Sevilla que no llevará ninguna propuesta concreta que implique un incremento o no de estas tasas, pero sí ha apuntado su necesaria revisión ya que no han sufrido incremento más allá del IPC.
En cuanto al presupuesto de 2018, ha reconocido que es “muy goloso” para ver si se materializan o no las grandes inversiones, por lo que ha pedido “responsabilidad” a los grupos municipales para que el año previo a las elecciones municipales “no sea de parálisis”. Sí que ha apuntado que aunque el presupuesto pueda usarse como “arma política, siempre hemos conseguido cierta estabilidad” gracias al diálogo y al debate.
Líneas de Metro
Sobre los grandes proyectos pendientes, Espadas ha recordado que ya llevó al Ministerio de Fomento su propuesta para hacer el primer tramo de la Línea 3 del Metro entre Pino Montano y el Prado de San Sebastián y que “esto es cosa de tres y los tres nos tenemos que sentar”, en referencia al Estado, la Junta y el Ayuntamiento. “Yo le dejé los papeles al ministro y estoy esperando que me llame, la ciudad se lo merece”, invitando a Fomento a hacer un “ejercicio de mesa” para retomar el proyecto.
Sobre la tasa turística, ha insistido en que él no es partidario de una tasa autonómica sino de una modificación de la Ley de Haciendas Locales que permita que cada ayuntamiento, dentro de su autonomía, tenga la posibilidad de usar ese “instrumento de financiación”, reiterando que su análisis es “finalista”, es decir, que lo recaudado se invertirá en promoción de la ciudad o rehabilitación de espacios de interés.
Tras reconocer la importancia que el sector turístico ha tenido en la recuperación económica de la ciudad, ha insistido en la necesidad de planificar y regular, evitando el fraude, los alojamientos turísticos de una manera “coherente” y con “proporcionalidad”.
Sobre las nuevas medidas de seguridad tras los atentados de Barcelona y en relación al Alcázar, cuya entrada también podría experimentar un leve incemento, ha reconocido que hay que hacer una “profunda revisión” de sus protocolos, apuntando que se están revisando todos los existentes, de los monumentos y de los eventos. “No nos vamos a quedar con los brazos cruzados”, ha insistido.
