El tiempo en: Sevilla

Jerez

Estrecho de Gibraltar: riesgo límite para cachalotes

Estos gigantes del mar están identificados desde hace una década, y tienen en el tráfico marítimo uno de sus principales depredadores

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
  • Aleta caudal del cachalote ?Amanita?, identificado en el Estrecho desde hace diez años. -
El cachalote es una de las especies que podemos ver en el Estrecho de Gibraltar. Estos gigantes del mar están identificados desde hace una década, y tienen en el tráfico marítimo uno de sus principales depredadores. Estos animales, en el Estrecho, están constantemente en riesgo por colisión, pese a ello, se juegan la vida para venir a comer a las zonas más profundas de nuestro Estrecho.

En abril de 1999, fue avistado Amanita por primera vez, un animal de casi 14 metros de largo, que estaba descansando en superficie. Su potente soplo, de más de metro y medio, se inclinaba hacia la izquierda; era nuestro primer avistamiento de cachalote en el Estrecho, y en un principio creíamos que era un rorcual común, pero cual fue nuestra sorpresa cuando nos dimos cuenta de que era un cachalote.


Sus soplos y su comportamiento de descanso, nos indicó que estábamos ante un animal que estaba hiperventilando para preparar su inmersión para alimentarse. Más adelante, pudimos observar que se sumergía durante casi 40 minutos, en busca de sus presas, basadas en calamares y peces.

Desde ese mes de abril de hace diez años, han sido casi 800 los avistamientos que Circe ha realizado de esta especie, y tras analizar las más de 4.000 fotografías de sus aletas caudales, se ha podido ver que no eran tantos los animales que venían al Estrecho, sino tan solo unos 30 individuos, que son los que han sido identificados, entre ellos Champi, Gitano, Carlos, Fermín, entre otros; estos son los nombres que tanto Circe como las empresas de avistamiento de cetáceos les han ido poniendo a los animales.

Tras un análisis genético de trocitos de piel, se ha podido ver que casi la totalidad de ellos eran machos, y gracias a la observación de sus tamaños, unido a este estudio genético, se ha podido ver también que eran grupos de machos sub-adultos.

En diez años trabajando sobre los datos, también se ha podido descubrir que los cachalotes vienen al Estrecho para alimentarse, son grupos de machos sub-adultos, probablemente de origen Mediterráneo, y que vienen año tras año, para quedarse y hacer disfrutar a los visitantes de las empresas de avistamiento de cetáceos entre los meses de marzo y agosto.

Durante estos diez años, se ha podido observar también los problemas a los que el tráfico marítimo les somete, y es que por el Estrecho cruzan cada año más de 100.000 embarcaciones de gran tonelaje, tráfico marítimo formado por petroleros, contenedores, ferries y fast ferries.

Fue en septiembre del 2002, cuando esta problemática fue puesta de relevancia, al poder observar una colisión entre un ferry que une Algeciras y Tánger y uno de los cachalotes que nos solía visitar; muriendo el cachalote tras un par de horas de agonía.

Estudios científicos han demostrado que en el Mediterráneo la mayor causa de muerte viene dada por este tipo de colisiones. Debido a ello, a la presencia de cachalotes durante casi seis meses en el Estrecho, y al abundante tráfico marítimo, se puso en marcha el programa de conservación de cachalotes en el Estrecho.

Búsqueda de soluciones

En el año 2006, se consiguió conjuntamente con el Ministerio de Fomento, Ministerio de Defensa y el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, una recomendación de navegar a menos de 13 nudos por el Estrecho, si bien esta recomendación no es muy seguida por las embarcaciones que transitan por el Estrecho.

De la misma forma, las cartas náuticas señalan por primera vez en el mundo, una zona de alto riesgo por presencia de cachalotes. Desgraciadamente estas medidas no son suficientes, y entre la creación del nuevo puerto de Tánger MED, las nuevas líneas marítimas que se podrían abrir con una ampliación del puerto de Tarifa, podría poner en entredicho la presencia de cachalotes en aguas del Estrecho de Gibraltar. De hecho, durante el mes de junio, otro cachalote murió debido a la colisión con un fast ferry en la línea entre Ceuta y Algeciras.

Es por esto, por lo que desde el mes de abril de este año, se ha iniciado un nuevo programa de conservación de grandes cetáceos en el Estrecho.

Este programa, basado en voluntariado ambiental, y con la ayuda del programa Volcam, de la Caja Mediterráneo, tiene en su primera fase el objetivo de evaluar la probabilidad de que una embarcación colisione con un gran cetáceo (cachalote o rorcual común) en el Estrecho.

Gracias a estos modelos de predicción, se podrá asesorar a las administraciones pertinentes, así como a las navieras, de las zonas de mayor riesgo de colisión.

De la misma forma, este programa es el embrión para desarrollar un programa informático basado en Internet que pueda informar a las embarcaciones de la presencia de grandes cetáceos en el Estrecho, pudiendo así evitar este tipo de colisiones, y permitiendo la coexistencia de tanto cachalotes y rorcuales comunes como de actividades humanas, por tanto un desarrollo sostenible.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN