El presidente estadounidense, Donald Trump, dio hoy por 'muerta' la tradicional cena de corresponsales de la Casa Blanca, un evento creado en 1921 con el objetivo de rebajar tensiones entre el Gobierno y los periodistas que cubren habitualmente sus informaciones.
El mandatario decidió este sábado dar plantón a este tradicional encuentro y optó por un público más favorable en la localidad de Washington (Michigan, EE.UU.), donde buscó hacer una exhibición de fuerza en un mitin con fieles seguidores.
"La Cena de los Corresponsales de la Casa Blanca está muerta tal como la conocemos. Esta fue un desastre total y una vergüenza para nuestro País y todo lo que representa", dijo Trump en su cuenta oficial de Twitter.
"'Los medios de comunicación de noticias falsas' están vivos y fueron bien y hermosamente representados el sábado por la noche", añadió el mandatario, que no asistió a la tradicional cena por segundo año consecutivo.
En un desplante a los medios de comunicación, que él considera injustos, Trump eligió el municipio de las afueras de Detroit (Michigan, EE.UU.) para celebrar un acto de campaña encaminado a elogiar lo que él considera "uno de sus grandes logros en materia económica".
El mandatario ya cargó en un tuit el domingo por la noche contra la encargada de animar la cena, la actriz y comediante Michelle Wolf, que usó el humor para criticar a la Administración Trump y los escándalos que se han vivido en la Casa Blanca durante los últimos meses.
Con la decisión de no asistir a las últimas dos cenas de corresponsales, Trump se ha convertido en el segundo presidente que no atiende a esta cita anual, después de que el ex presidente Ronald Reagan (1981-1989) se perdiera la cena en 1981 porque se estaba recuperando de las lesiones sufridas en un intento de asesinato.