El Juzgado de lo Penal número 3 de Huelva ha condenado a un hombre a seis meses de prisión y a pagar 2.000 euros a una protectora de animales por un delito de maltrato animal al dejar a una perra, de la raza pitbull y de su propiedad, abandonada en una nave industrial en Moguer sin alimentos, sin agua de manera habitual y sin las condiciones higiénico sanitarias propicias, una nave donde el animal dio a luz a ocho cachorros, falleciendo dos de ellos y, posteriormente, otros tres.
Según han informado a Europa Press fuentes judiciales, la sentencia se ha dictado tras alcanzar una conformidad y, además de la pena de cárcel, el condenado tendrá que pagar 2.000 euros a la protectora de animales que se hizo cargo de la perra. A su vez, el juzgado le ha suspendido la pena durante dos años con la condición de que en ocho meses abone la citada cantidad económica.
Fue en mayo de 2014 y, de manera casual, cuando los agentes de la Guardia Civil observaron que dicha perra presentaba diversas heridas y sangraba por la parte trasera del costado, en concreto por la zona de la extremidad trasera izquierda, comprobando que la misma carecía de alimentos y agua en la citada nave.
Por su parte, la Fiscalía aseguró en su escrito que el ahora condenado tampoco le proporcionaba cuidados veterinarios ni la tenía registrada o con su documentación oficial en regla.
De igual manera, los agentes observaron que existían abundantes excrementos del animal que no habían sido retirados al menos hacía un mes y que la perra había parido ocho cachorros, habiendo muerto dos de ellos por no haber dispuesto ni del alimento ni del agua mencionados ni de la asistencia veterinaria necesaria.
Cuando encontraron a los animales, la Guardia Civil requirió los servicios de un veterinario, el cual realizó un informe ese mismo día en el que aseguraba que los perros "estaban en una situación lamentable de deshidratación".
Los cachorros junto con la perra fueron tratados con antibióticos y tuvieron que administrar suero a la mayoría, entregándolos, posteriormente, a una sociedad protectora de animales, donde se les buscó un hogar a los cachorros, no obstante tres de ellos fallecieron por problemas de neumonía.
A su vez, la madre dio positivo a la enfermedad de leishmaniasis y, tras los hechos, fue adoptada por una familia responsable y recibiendo unos cuidados adecuados.