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“Quien boicotee este Gobierno perderá ante la opinión pública”

“Espero que Ábalos cumpla con su palabra y que el peaje acabe en 2019” | “Creo que tiene que haber colaboración mutua entre Pedri y Susana, y debe producirse”

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  • Rafael Román en Ondaluz TV -

¿Qué cualidades tiene Pedro Sánchez y por qué a pesar de lo ocurrido en el último año se insiste en que es un bluf?

“El PSOE es constitucional, no hay nada que temer. La mitad de los apoyos no eran al PSOE, sino en contra del PP y Rajoy”

—A la vista está donde está en estos momentos. Esos juicios son totalmente erróneos. Conocí a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados en las dos legislaturas que estuve como diputado con Rodríguez Zapatero. En los dos casos él entró como sustituto, primero de Cristina Narbona y después de Pedro Solbes. Allí forjamos una amistad y con el tiempo vi que era la persona que había que apoyar para la renovación profunda que necesitaba el PSOE.

¿Pero qué cualidades tiene?

—Es un hombre frío, que sabe a dónde va, y que tiene una ambición legítima de llegar a donde ha llegado. Pero, por otro lado, es cálido con los amigos, tiene empatía con la gente que le rodea, y es un persona con principios, ideales y valores, y que esos valores se pueden plasmar en un gobierno para España. Lo ha demostrado al buscar a personas de valía para los ministerios. Le gusta la profesionalidad y escoge así a las personas, no a paniaguados a los que tener que dar sustento, que es lo que encontramos en muchas administraciones públicas. Hay que tener en cuenta que el Gobierno elegido no es el gobierno del partido, pero sí el que a España le gusta. España necesitaba darle sentido al país. El relato que sale del gobierno es el que España quería, y ha acertado

Antes de la moción, el PSOE iba en caída libre en las encuestas. ¿Esta es la última oportunidad del PSOE para recuperar el peso que perdió?

—El PSOE es un partido con 139 años de historia, por lo que no cabe hablar de que ésta fuese su última oportunidad, pero en este tiempo que vivimos es una oportunidad única de enseñar a la opinión pública que otra política es posible. Vamos a ver que es así. Han bastado dos gestos. El primero, el nombramiento del gobierno, que no responde a lo que los grandes dirigentes del partido esperan, sino a personalidades, incluso dejando los ministerios de Estado (Interior, Justicia, Defensa) en tres independientes, no personas del partido, para que no haya acusación de hacer política de partido. Y el segundo, el anuncio para acoger el barco de inmigrantes de cara a la opinión pública internacional. Ha sido un gesto humanitario, único, en el que le decimos a la comunidad internacional que aquí hay un gobierno de esta naturaleza.

¿Cree que va a poder gobernar en el Congreso más allá de estos gestos?

—Sí va a poder gobernar en el Congreso, porque se han aprobado leyes en las que iban de acuerdo PSOE, Cs y Podemos, y esas leyes deben pasar ahora el filtro, y si no cada uno con sus responsabilidades, porque son leyes de regeneración democrática. Afectan a libertades públicas, administración de la justicia... El mutuo veto de Podemos y Ciudadanos les hacen envejecer, porque el PSOE es el que dice lo que tenemos que hacer para lograr un país distinto y sintonizar con la gente que desea una política diferente, y apartarnos de un partido que acumula sentencia tras sentencia. No demonizo a nadie, pero el PP acumuló sentencias, porque se financió ilegalmente. No iban limpios a las campañas, iban sobredimensionados. Este es un nuevo tiempo, hace falta aire limpio y quien boicotee a este gobierno no tendrá la confianza de la opinión pública.

A nadie escapan las malas relaciones entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. ¿Usted espera que se abra una nueva etapa de entendimiento a partir de este momento?

—Si es de verdad o no, de las cosas internas ni la iglesia lo sabe. Si es o no, no lo podré decir. Quien ganó las primarias y gobierna tiene responsabilidades con Andalucía, y Susana Díaz con el gobierno de España. Me pareció fuera de lugar que Díaz tuviera temores por lo que el líder del partido pudiera hacer con los independentistas. El partido es el partido, y es completamente constitucional. No hay que temer nada. Estamos con la Constitución y con las leyes. Tuvimos apoyos muy variados, de los 180 votos, la mitad eran de apoyo a Pedro Sánchez y la otra mitad de rechazo a PP y Rajoy, porque lo tenía todo dormido y parado, y la política es movimiento. Tanta paralización de la vida política la han rechazado los grupos.

Entonces, tiene claro que la colaboración de Pedro Sánchez con Andalucía existirá, ¿pero duda de que suceda lo mismo al revés?

—Creo que tiene que haber colaboración mutua con Susana Díaz y tiene que producirse, no hay más remedio, por el bien de ambos, de los andaluces y los españoles.

¿Usted cree que de cara a los congresos, el salto natural es que también haya un control en lo orgánico de Pedro Sánchez?

—Ahora el tema partido es pasado, una vez que Pedro Sánchez está en el Gobierno. Los barones han abandonado ya sus críticas internas. Las reclamaciones son lógicas en materias necesarias. Pero el gobierno es el de todos los socialistas. Ahora habrá apoyo cerrado al Gobierno.

Sí, eso es una cosa, pero también está claro que Susana Díaz es la persona que dirige el partido en Andalucía. Entonces, el movimiento natural cuando llegue el congreso regional es que esa corriente pedrista vaya a un congreso ¿o no van los tiros por ahí?

—Creo que tanto uno como otro tendrán que acabar con los departamentos estancos. Pedro y Susana tendrán que abrirse a otro tipo de representantes. La integración es a todos los niveles del partido, y esa es la idea en la que debemos empujar todos, en la política y en la representación, pero los congresos están aún lejos.

¿Cree que a partir de ahora esa integración se verá en personas afines a Susana Díaz y que habrá trasvase?

—No me cabe duda que se va a producir esa atención a Pedro Sánchez. Espero un periodo largo del gobierno del PSOE, y que se prorrogue después de las elecciones generales. Si seguimos el camino de estos diez días de gobierno, se verá que es un gobierno para todos, desde la solidaridad, desde el bienestar de la mayoría de los ciudadanos y con un mejor reparto, porque lo gordo del que aguantó la crisis es que lo hizo con estoicismo y resignación, pero con desigual carga: los ricos se hicieron más ricos y los pobres más pobres. Ese reparto no equilibrado es el que tenemos que romper.

¿Cómo explicamos a los andaluces que los PGE que se van a aprobar son los mismos que el PSOE ha dicho que van a estrangular a Andalucía?

—Se hace de tripas corazón y habrá que arar con los bueyes que hay. Era necesario para la estabilidad del país. Puede haber aplicación de fondos de compensación interterritorial, fondos europeos que con discrecionalidad se pueden mandar a un sitio y a otro, medidas de compensación para mejorar el balance.

Si todo va bien, ¿estaríamos agotando la legislatura o se harían coincidir las generales con otros comicios?

—El Gobierno ahora no debe pensar cuándo terminar. Habrá dificultades porque son 84 diputados de 350, pero a este gobierno  lo han apoyado 180  y puede haber geometría favorable para aprobar según qué cosas. El gobierno puede durar nueve meses, ir con las andaluzas, con las europeas, o cuando toque. Eso está abierto.

 

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¿Cómo fueron las horas previas a la decisión de la moción de censura?

—Pedro Sánchez dudó también si presentar la moción. Su núcleo cercano lo empujó y le hizo ver que era el camino adecuado. Optó por la incertidumbre de no saber qué iba a pasar ni qué iban a hacer los otros. Finalmente, la palabra de Mariano Rajoy le abrió la puerta, porque Rajoy era ya un lastre para España. Tocaba abrir un tiempo nuevo y optaron por ello, independientemente de las políticas, porque tanto Bildu como ERC saben que las políticas que se van a llevar a cabo no son las suyas.

Lo del peaje, ahí no se puede fallar, ¿no?

—Sobre el peaje Ábalos dijo que terminaba con el periodo correspondiente. Espero que responda a su palabra. Yo cuando fui presidente de Diputación estuve en la manifestación que hicimos cortando el tráfico en la autopista. Me pusieron una multa de 40.000 pesetas, y la pagué la mar de a gusto. Espero que ahora el ministro responda a su palabra, para que los alcaldes no tengamos que ir a otra manifestación.

La defensa del derecho de la autodeterminación que piden vascos y catalanes están ahí. ¿Cómo va a afrontar ese polvorín?

—No le quepa duda que el presidente tendrá la Constitución en la almohada. Que no tenga nadie preocupación. El Gobierno es del PSOE, que es el que gobierna, y hay un bagaje que es el que Pedro Sánchez debe llevar adelante a través de la frescura del mensaje que ha mandado a la sociedad española. Habrá que abrir un diálogo, pero las soluciones tienen que ser forzosamente constitucionales.

¿Han empezado a aparecer pedristas de debajo de las piedras tras su elección como presidente?

—Ojalá todos se hicieran pedristas, eso es lo que esperamos. Que se quite sus prejuicios y sus intereses de carácter personal, porque es lo que necesita el partido, que todos se hagan pedristas. Lo raro es que no lo fueran antes, porque Pedro Sánchez no es el secretario general de los pedristas, sino de todos los socialistas.

¿Cómo puede influir este cambio de gobierno en las posibilidades del PSOE en las municipales?

—Todo ayuda de cara a las próximas elecciones. El partido estaba en cierto estancamiento, aunque dentro del partido todos te negaban la realidad de las encuestas, porque había empresas interesadas en apoyar al partido de color naranja, y eso se notaba en la opinión pública. La realidad no era tal cosa. De cara a las municipales, ayudará al candidato si el gobierno va bien, pero los electores ya saben que cada elección es diferente y votan diferente.

Fran González también ha apoyado a Pedro Sánchez desde su secretaría local del PSOE de Cádiz, ¿cómo afecta ahora esta nueva realidad a Fran González?. ¿Sale reforzado?

—Como al resto de los candidatos. Esta ola viene bien a todos los candidatos. No sé si sale reforzado. Tampoco estuvo en las primeras reuniones. A Fran González me costó trabajo convencerle para que hablara en el acto de Pedro Sánchez.

¿Qué ocurrirá cuando se conozca la sentencia de los ERE? ¿Cómo reaccionará el PSOE si le presentan moción de censura a Susana Díaz?

—Hay una diferencia fundamental entre el caso de los ERE y la Gürtel. Queda un año de juicio y año y pico para que se conozca la sentencia. La diferencia es que no hay un solo dato, ni testigo que diga que hay financiación ilegal del PSOE. Hay un procedimiento con aprovechados y 870 millones de euros que dicen que se han han perdido, pero no se han perdido. Hay unas 5.500 personas que cobran los ERE que se aprobaron. El dinero no se lo llevó nadie, sino los beneficiarios de los ERE aprobados. Por otro lado están los intermediarios y las aseguradoras que se han beneficiado con comisiones superiores a las del mercado, pero no hay conexión con el partido.

Pero hay dos expresidentes en el banquillo, ¿cómo se actuará si la sentencia es en contra?

—Se ha actuado preventivamente en contra de los dos expresidentes. Ninguno pertenece al partido y han asumido sus responsabilidades. El PSOE seguiría su camino porque ninguno de los encausados está en el partido y no hubo aprovechamiento de las estructuras del partido. No hay siquiera acusación fiscal diciendo que el partido se ha beneficiado. Se juzga si el procedimiento es el adecuado. Habrá que esperar la sentencia. No exculpo a ningún acusado. Si hay condena habrá que ver en qué términos se expresa. Ver el papel que tendrá cada partido después de las elecciones autonómicas, porque parece que la sentencia se conocerá después de las elecciones.

¿Cree que en Cádiz podrá seguir gobernando el año próximo José María González, porque es una situación muy emblemática para entender lo que ha pasado en el Congreso?

—Es curioso que los gobiernos de coalición no han funcionado en la provincia, como pasó en Jerez. En Cádiz se pudo hacer y no se hizo. No hay cultura de pactos ni a nivel nacional ni provincial, y ése es el camino que veo en Cádiz, que aumente el espíritu colaborativo entre concejales. Yo tenía 11 diputados en Diputación y no perdí ni una votación, y tuvimos que dar competencias a otros partidos.

Por su experiencia, ¿se ve en algún cargo de responsabilidad?

—No me veo en ninguno. Colaboro con él en el espíritu de no recibir nada a cambio. Mi vida política activa terminó tras el paso por el Congreso de los Diputados, pero sí he trabajado porque se produjera un cambio en el partido.

Se han escrito varios destinos para usted: el Instituto Cervantes y en la Unesco, ¿usted se ve?

—Eso se publica sin conocimiento ni base. Pero ni nada quiero, ni nada espero. Y espero tener la fuerza de rechazarlo si me lo ofrecen.

¿Hasta dónde llega su influencia sobre Pedro Sánchez?

—Soy amigo de él. Mi misión la he cumplido, ayudándole porque creíamos en esa idea y en esa persona y que fuera presidente del Gobierno. Nos damos por satisfechos todos lo que lo hemos ayudado. Es tan bonito no recibir nada a cambio. Me quedo con la idea estética de estar en la política para otra cosa de lo que se espera siempre.

 

*Entrevista emitida en Ondaluz TV en A Compás, con la participación de Roxana Saez, Pedro Espinosa y Paco Sánchez Múgica.

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