En alguna ocasión ya he hablado (o escrito, según quieran) sobre el turismo en nuestra ciudad. Los datos que se nos ofrecen cada cierto tiempo apuntan a una línea ascendente, tanto en la ocupación hotelera como en el tráfico del Aeropuerto de San Pablo, así como en las entradas de visitantes de algunos monumentos emblemáticos de la ciudad, véase el Alcázar.
En la mayoría de las ocasiones he advertido el peligro al que estamos expuestos, que no es otro que morir de éxito. Y esto es algo que nos puede llegar a ocurrir, si la ciudad no se adapta convenientemente a lo que el mercado nos exige y Sevilla quede reducida a un destino residual que se visita en un día desde otros puntos cercanos de nuestra geografía, como bien puede ser Málaga, ciudad ésta que goza de una muy buena salud turística, que está en constante renovación para recibir a aquellos que la visitan en cualquier época del año y que añade a su oferta eso que le falta a nuestra ciudad: la costa.
Vender la ciudad fuera de nuestras fronteras es más que importante. Y creo, con el peligro de equivocarme, que los responsables turísticos del ayuntamiento no lo están haciendo nada mal, ya que si esto no fuera así los abrumadores datos de visitantes que tenemos arrojarían otros números. Creo que se han puesto en valor más cosas de nuestra tierra que no son la Giralda, el Alcázar y el Barrio de Santa Cruz. Falta hacía que se llegara a este punto.
Pero aún “cojeamos” en asuntos de mucha importancia para consolidar a Sevilla como un destino turístico preferente. Por mucho que los números del Aeropuerto de San Pablo vuelen alto, seguimos teniendo una terminal que deja mucho que desear, así como una paupérrima oferta de vuelos internacionales. Sí, esto puede ser suplido por el AVE, pero no es lo mismo que un visitante embarque en su origen (llámese una capital de importancia en Europa) con destino directo a nuestra ciudad. El Aeropuerto de Sevilla, por si no lo saben, cierra a una determinada hora de la noche, algo impensable en otras capitales europeas.
El taxi y sus constantes problemas es otro lunar de esta ciudad. Este ayuntamiento (y el anterior, y el anterior…) sigue sin arreglar la mafia que colapsa el sector, con lo sencillo que creo que debe ser coger a ese toro por los cuernos de una vez por todas. La limpieza de la ciudad, el transporte público, las conexiones con la Costa de Huelva, el elevado precio de los hoteles… Una importante lista de “deberes” pendientes que, si no encuentran solución a medio plazo, podrían acabar nuestra particular gallina de los huevos de oro.
