Igual ya no nos acordamos de que, antes, jugar a un videojuego se limitaba a ponerlo en la consola y a estar solos con nosotros mismos en el salón. Si queríamos aumentar la diversión jugando con alguien, lo invitábamos a casa para compartir el tiempo y el mando. Con aquella forma de jugar, tanto la competición como el juego estaban bastante limitados. La posibilidad de poder competir contra otros jugadores ha ampliado las posibilidades de aventura y de entretenimiento, lo que ha ayudado a que muchos de los usuarios que se acercaron a las consolas para jugar en línea, finalmente, se hayan profesionalizado. En España ya hay ejemplos de equipos de eSport que se codean en las competiciones con los mejores e, incluso, hay academias donde poder prepararse para competir en los torneos más competitivos. Nadie podría haberse imaginado que la industria de los eSports fuera a crecer un 38% este año y que pudiera llegar a los 2.074 millones de euros en 2020. Nada de esto habría sucedido sin que la competición entre los mejores ayudara a sacar el potencial de cada jugador impulsándoles a convertirse en profesionales.
¿Qué pasaría, entonces, si hubiera un juego que, a día de hoy, solo pudiera jugarse en casa con la gente que tienes más cerca sin posibilidad de jugar contra los jugadores de más alto nivel? Pues que estarían bastante limitadas las posibilidades de juego y habría pocas posibilidades de poder llegar a competiciones más rentables. Esto es lo que, hasta ahora, ha pasado con los juegos online de poker. Y decimos hasta ahora porque ha llegado un punto y aparte con la liquidez compartida en el juego de naipes.
Liquidación compartida
En el mundo hay grandes jugadores de poker cuya profesión es ir por los diferentes y más competitivos torneos que se juegan por el mundo para poder llevarse grandes premios. En España tenemos a un número dos del mundo, Adrián Mateos, que tras empezar en el juego online saltó a las competiciones en vivo donde ha llegado a acumular más de 15 millones de dólares en premios. Adrián comenzó aprendiendo las manos poker en las salas virtuales y su primer logro fue ganar en 2012 en la parada de Torrelodones del Circuito Nacional de Poker, el torneo itinerante por España que se juega en diferentes citas por el país.
Mateos lo tenía fácil: siendo de Madrid no era complicado poder dar el salto de los torneos online a algunos de los más importantes que se juegan en vivo. La historia se complica cuando los aficionados al tapete verde residen en lugares donde cerca no se juega ningún torneo destacado o donde no hay ni siquiera un casino a pocos kilómetros. La liquidez compartida ha venido a dar más competitividad al juego, a subir el nivel de los jugadores y a ayudar a aquellos a los que les sea difícil poder desplazarse a un torneo en vivo a acceder a competiciones importantes, y con grandes premios por internet. Lo que pretende la liquidez compartida es ampliar el mercado y dejar que jugadores de varios países puedan jugar juntos, algo que las regulaciones del juego prohibía hasta ahora.
El pasado mayo supimos que Portugal se unía a España y Francia para formar un grupo de países que compartirán torneos, jugadores y, por supuesto, cuantía de los premios. Internet amplía las posibilidades geográficas de juego así como el dinero que estará en juego en cada competición y, por supuesto, el premio. Se espera que este grupo de tres países acabe siendo de cuatro al unirse Italia.
Fuente: ngeeks
La llegada de la liquidez compartida no solo ampliará el dinero que pueden llevarse los jugadores o el nivel de competitividad que habrá en las mesas de juego, sino que también ayudará a aumentar el número de salas virtuales donde jugar, por lo que habrá mayor oferta y creatividad en los tipos de torneos a los que se podrá acceder. La liquidez compartida dio sus primeros pasos con el torneo Series Trio Online de Pokerstars que constaba de 78 eventos y donde había 5.000.000 de euros en juego. Además, salas menores como PartyPoker están aprovechando este nuevo panorama para poder recuperar parte del mercado que ha perdido en estos últimos años ante la sala 888. Por su lado, la sala reina en Francia, Winamax.fr, está a punto de entrar en España y ya se está preparando fichando a grandes del poker español, como Leo Margets o el propio Mateos, para crear un Team Pro que sirva como embajador de la marca.
La comunidad de jugadores está viviendo esta apertura del mercado de juego con una media sonrisa. Por un lado, dan la bienvenida a la posibilidad de que el poker en línea crezca y se amplíen las comisiones, aumentando el premio de 4 a 5 cifras; pero, por otro lado, temen que esto agrave los impuestos que deben pagarse en España por las ganancias conseguidas en el juego, una cuota que algunos consideran abusiva y que ahora puede llegar al 45% de IRPF. Además, el proceso por el que está pasando la liquidez compartida está yendo más lento de lo normal y algunos profesionales del poker tienen miedo de que la espera se haga eterna y que, en consecuencia, solo una o dos salas online dominen el mercado, algo que rompería por completo el objetivo de esta apertura en el juego de naipes.
La liquidez compartida llega a las casas de poker virtuales para lograr que se refuerce la competitividad y profesionalidad en el juego, acercando los grandes premios a aquellos que residan lejos de los mejores torneos. Es un paso más hacia la expansión de las competiciones online que tanto han ayudado a crear grandes profesionales, de la misma forma que ha sucedido en los eSports. Por su lado, los videojuegos siguen experimentando nuevas maneras de jugar con la creación de plataformas como Roblox, que acaba de llegar a España, donde es posible desarrollar juegos electrónicos y jugar en línea, o la posibilidad de crear plataformas como Netflix para jugar a juegos en Streaming, algo que ya se puede experimentar con la aparición de la startup Utomik.
