El locutor de radio filipino Joey Llana murió hoy tras ser tiroteado mientras conducía su coche en el norte del país, el duodécimo periodista asesinado en Filipinas en los dos años de mandato del presidente Rodrigo Duterte.
Varios hombres armados aún sin identificar le tendieron una emboscada alrededor de las 04.45 hora local (20.45 GMT del 19 de julio), cuando Llana se dirigía a la emisora en la que trabajaba en la ciudad de Legazpi, según los medios locales.
El periodista, de 38 años, sufrió varias heridas de bala en la cabeza y en el cuerpo, y fue declarado muerto por los servicios de emergencia que acudieron al lugar de los hechos poco más de una hora después.
"Si se demuestra que su asesinato está relacionado con su trabajo, su muerte sería el décimo segundo asesinato de medios bajo el presidente Rodrigo Duterte y el 185 desde 1986", señaló en un comunicado el Sindicato Nacional de Periodistas de Filipinas.
Desde Malacañang, la sede de la presidencia del país, se condenó el asesinato y lo consideraron "otra violación de los derechos a la vida y a la libertad de prensa".
"El grupo de trabajo de la presidencia para la seguridad de los medios será implacable en hacer justicia a esta última víctima", dijo el portavoz presidencial, Harry Roque, en un comunicado.
El asesinato también ha sido condenado por la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que apuntó que cada ataque con periodistas filipinos "debilita" la democracia en el país.
"El asesinato de Joey Llana a primera hora de esta mañana en Filipinas subraya el peligroso ambiente laboral al que se enfrentan los medios en Filipinas todos los días", señaló en otro comunicado el secretario general de la FIP, Anthony Bellanger.
La FIP instó al gobierno a tomar "medidas inmediatas" para frenar la "cultura de la violencia y la impunidad contra los medios locales".
La presidenta del comité del Senado sobre información pública, Grace Poe, tildó este asesinato como "otro acto deplorable, que no tiene cabida en una sociedad democrática".
"Instamos a las autoridades a que actúen con rapidez y lleven a los agresores ante la justicia. El creciente número de asesinatos de periodistas y la lenta resolución de los casos envalentonan a los que atacan a trabajadores de los medios", subrayó la senadora.
Reporteros sin Fronteras (RSF) consideró a Filipinas como el país más peligroso para los periodistas en Asia, con cuatro periodistas filipinos asesinados por su trabajo en 2017.
Filipinas también fue incluido entre los cinco países más peligrosos para periodistas, junto con México, Siria, Irak y Afganistán.