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eFuneraria: tu funeraria online en Sevilla

Los servicios online han llegado para quedarse y hacer nuestra vida más fácil en torno a todas las áreas: una de estas es la de funerarias

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  • servicios funerarios. -

La muerte forma parte de la vida y no lo podemos cambiar. Lo que podemos hacer es buscar profesionales que nos den tranquilidad en esos duros momentos.

Los servicios online han llegado para quedarse y hacer nuestra vida más fácil en torno a todas las áreas. Una de estas es la de funerarias, un tema al que pocos les gusta tratar pero que vale la pena enseñar la cantidad de opciones disponibles que tenemos para hacer frente a estos momentos tan duros.

La primera funeraria en Sevilla que ofrece este servicio es eFuneraria. Su servicio asegura una atención inmediata en todos los aspectos, basándose en los dos mecanismos de tratamientos de cuerpos más comunes: entierro y cremación.

Asimismo, se ofrece la posibilidad de hacer un traslado de cuerpos si el fallecido ha perdido la vida en un territorio dentro de los límites de España pero distinto al que su familia ha escogido para enterrar; o una repatriación si se trata de otro país.

En caso de necesitarse uno de estos servicios en otras zonas del país, como una funeraria en Málaga, Madrid, Bilbao, entre otros; también está la posibilidad de atender a los usuarios solicitantes a través de su página web, donde ofrecen información más completa al respecto.

Qué hacer en caso de un fallecimiento

La desesperación y la tristeza son agobiantes en un momento tan trágico como la pérdida de un ser querido. Por esta razón, contar con un servicio profesional que ofrezca una asesoría apropiada es fundamental.

Aún así, siempre será necesario contar con una guía más o menos común de los pasos que deberán seguirse cuando toca vivir uno de estos momentos.

En primera instancia, hará falta tener disponible el certificado de defunción que será arrojado por un organismo competente en la materia. De no ser posible, la propia funeraria puede encargarse de los procedimientos para conseguirlo.

Evidentemente, hará falta que una persona, preferiblemente muy cercana al fallecido, pueda tomar el control y la responsabilidad ante la funeraria para así mantener una comunicación fluida. Esta también tendrá que firmar los documentos que hacen falta para completar los trámites administrativos.

Todos estos documentos se remiten al registro del lugar donde se haya suscitado el hecho, los cuales emitirán un nuevo documento conocido como licencia de sepultura.

Otro de los organismos involucrados en esta fase es el juzgado. Este remitirá la notificación de fallecimiento al Instituto Nacional de Estadística para que hagan, a su vez, la comunicación al ayuntamiento donde habitaba el occiso y se le dé la baja en el padrón municipal.

Después de cumplir estos trámites exigidos por la ley, se procederá a establecer las bases para lograr un servicio de velación y posterior tratamiento del cuerpo tal y como lo decida la familia, ya sea porque la persona antes de fallecer haya dado su última voluntad o según los principios culturales o de fe de los familiares.

En este punto, el cuerpo se dispondrá en un tanatorio donde los seres más allegados podrán decir su último adiós, dar palabras de consuelo a los familiares, hacerles oraciones, hacer un envio de coronas funerarias, entre otros.

Todos estos procesos están basados en un tratamiento normal de cuerpos, donde el fallecido será sepultado o cremado en la misma ciudad o población. En caso de necesitarse un servicio de traslado o repatriación, el proceso es más largo y con una cantidad mayor de trámites.

Un dato muy importante es que como medidas de seguridad, un cuerpo solo podrá ser enterrado o sometido a un procedimiento de cremación después de 24 horas. Esto solo será modificable a menor escala cuando el cadáver haya sido sometido a una autopsia donde se ha comprobado que, realmente, ha fallecido.

La gestión ante los tanatorios

Estos son centros especializados para la colocación de cadáveres a propósito de permitir que los familiares y amigos hagan el proceso de velación del cuerpo. Se trata de entidades facultadas para cumplir con este servicio y, por lo cual, cuentan con todas las áreas que se necesitan como salas de preparación, túmulos y cámaras.

Debido a las medidas de seguridad y, con el fin de ofrecer a todos los asistentes condiciones de confortabilidad, los procesos de velación en casas, que en antaño eran tan comunes, hoy ya no se utilizan. En este orden de ideas, los tanatorios son capaces de ofrecer todo lo necesario, como asientos, temperatura adecuada, cafeterías, etc.

Por otro lado, los salones están en condiciones para recibir a los cuerpos y darles el trato adecuado según la disposición de sus familiares o el desempeño que tuvo en vida. Por ejemplo, si se trata de una persona muy famosa, puede ofrecérseles una sala amplia donde todos los que lo deseen se puedan acercar a dar sus saludos.

El uso de tanatorios no es obligatorio pero sí recomendable. En todo caso, si no se desea estar en estos trámites de último minuto, siempre se podrá contar con la asesoría online de servicios de tanatorios como Tanatorio.info.

Servicio de esquelas

Tras todo lo anterior, lo más común es realizar un anuncio ante un medio público para informar a la gente que conocía al fallecido lo ocurrido.

Para estos casos, el servicio funerario también podrá brindar su asesoría para hacer uso de las palabras correctas y remitir la información a los diarios a fin de que hagan su publicación en versión física u online, esto en dependencia a los horarios de recepción que tengan sus salas de prensa.

Su utilidad, además, es para informar la fecha y hora del entierro y el lugar donde se está prestando el servicio de velación. Suelen incluir dentro del cuerpo del mensaje  los datos del fallecido, la persona que está haciendo la publicación, el lugar donde está siendo velado, la fecha y hora del entierro y las siglas Q.E.P.D. (Que en paz descanse) o D.E.P (Descanse en paz).

Manejar toda esta información pasa de muy lejos de parecer ameno, sin embargo es necesario para poder vivir el momento de dolor lo más tranquilo posible en compañía de los seres queridos.

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